El senador del Partido Popular Democrático (PPD) Jorge Suárez Cáceres se mostró satisfecho con la renuncia del superintendente José Figueroa Sancha, a quien acusó de haber sido incompetente en la misión de atajar la ola criminal en el País. El representante Héctor Ferrer aseguró que la renuncia se esperaba desde hace más de dos años. Para el candidato a la Gobernación del partido, Alejandro García Padilla, la renuncia es una oportunidad para re enfocar la lucha contra el crimen.

García Padilla expresó que la renuncia del superintendente de la policía, José Figueroa Sancha, es una gran oportunidad para reenfocar la lucha contra el crimen e implantar un plan para reforzar la uniformada.

'Hace más de un año estamos pidiendo la renuncia de un superintendente que demostró total incapacidad para encaminar un plan y dirigir la fuerza policial de forma efectiva para beneficio de todo nuestro pueblo. En su lugar se convirtió en un brazo violento del partido de gobierno como se vio claramente en los incidentes de la Universidad de Puerto Rico y en los atropellos a ciudadanos que se expresaban en el Capitolio', manifestó García Padilla.

El Presidente del PPD indicó además que 'ya es hora de que se de paso una persona integra que dirija la policía no para abusar del poder sino para proteger a la toda la ciudadanía'.

Por su parte, Suárez Cáceres recordó que 'el pasado fin de semana tuvimos 29 asesinatos, y este fin de semana largo vamos por el mismo camino. Me pregunto qué más debía ocurrir para que el Superintendente de la Policía se diera cuenta de que no podía con la criminalidad que nos azota. Continuar al frente de la Uniformada, era una falta de respeto a los puertorriqueños. La ola de asesinatos sobrepasará todos las estadísticas con una cifra record de 1,000 asesinatos, y Figueroa Sancha quería resolver el problema sin tener un plan anticrimen. El legado de esta persona a Puerto Rico son calles y hogares más inseguros'.

Aseguró que el Superintendente no tenía un plan y que por ello el crimen 'se ha apoderado de nuestras calles'.

'Recordando la misma frase que Fortuño utilizó durante la campaña electoral que la crisis que vive hoy la Policía, es a consecuencia de la incapacidad administrativa, me satisface que se haga el anuncio de la renuncia de Figueroa Sancha. Además, espero de igual manera, que no suceda como con otros funcionarios incompetentes de esta administración, que se les premia en otras posiciones y con jugosos contratos', dijo el Senador.

Según el legislador, Figueroa Sancha demostró no estar preparado para ninguna posición a cargo de la seguridad del País.

'Por el bien de Puerto Rico, lo menos que el Gobernador debía hacer era anunciar la renuncia de Figueroa Sancha, y buscar una persona capacitada para la posición. Pero que por llenar una silla que no deje al superintendente asociado, José Luis Rivera, porque eso es más de lo mismo', sentenció el Senador.

Según el representante y vicepresidente del Partido Popular Democrático (PPD), Héctor Ferrer, la renuncia se esperaba desde hace dos años.

'Este señor por los pasados dos años y medio demostró su incapacidad para poder ser el Superintendente de la Policía. La policía pasa por su peor momento, no necesariamente por los recursos ni nuestros agentes sino por la falta de liderato, la falta de capacidad e incompetencia del Superintendente', dijo Ferrer en una entrevista radial (Radio Boricua 740).

Indicó que lleva dos años pidiendo la renuncia de Figueroa Sancha debido a que no ha logrado presentar un plan anticrimen integrado dirigido a la prevención, la acción y luego a la rehabilitación.

Ferrer también dijo que el hecho de que Figueroa Sancha haya ocupado por dos años y medio la Superintendencia demuestra 'la falta de temple gubernamental de (el gobernador) Luis Fortuño al no solicitarle la renuncia en los pasados dos años'.

Fuentes de NotiCel sostienen que Figueroa Sancha llevaba más de un año en peligro de ser destituido o de que se le solicitara la renuncia debido a que alegadamente la Policía había ocultado a La Fortaleza que estaba siendo investigada por el Departamento de Justicia federal.

A pesar de que asesores del Gobernador y de su equipo de trabajo insistieran en la salida de Figueroa Sancha, el Gobernador lo había mantenido en el cargo a pesar de sus consejeros, llegando en algún momento a abortar personalmente un despido fulminante.