Presunto seminarista: causa para juicio
En la continuación de la vista preliminar que se lleva contra el presunto seminarista Leonard Prophil, el juez Enrique Silva encontró causa para juicio por agresion sexual, uno de los dos cargos que pesan contra el acusado. El otro cargo por actos lascivos, no prosperó.
Tras concluída la vista, la fiscal Nilsa Álvarez dijo sentirse 'bien satisfecha con el resultado' porque 'los testimonios y la prueba hablaron por sí solos'. Incluso, destacó que un punto que les favoreció fue que ninguno de los tres testigos que presentó la defensa: Rebeca Tartas, Carmen Martínez ni el monseñor José Emilio Cummings estuvieron presente al momento de los alegados hechos.
Mientras, la abogada de defensa, Valerie Rivera, al comienzo de la citación, se aferró en destacar la omisión de datos por parte del testigo que presentara fiscalía, el diácono Luis Echegaray.
'Hay una omisión de hechos bien esenciales. Son innumerables. Cualquier persona razonable debe entender que deben ser plasmadas con claridad', dijo la licenciada en uno de los recesos sobre las imputaciones que pesan contra Prophil por alegados hechos de abuso sexual que ocurrieron el 19 y 27 de julio en el 2010 con la sacristana y secretaria de la Capilla Santa Ana, que ubica en San Juan.
Entre los detalles que apuntó Rivera que fueron omitidos en la declaración jurada de Echegaray y que trascendieron en sala son: que Prophil trató de meter sus dedos por las partes íntima de la presunta víctima, Luvic Arzola, y que esto le provocó sangrado.
Además, la licenciada destacó que el diácono Echegaray nunca mencionó que la joven de 36 años se mostró llorosa tras la confesión de lo ocurrido.
Del testimonio de Tartas, se supo que la mujer se hizo amiga de Prophil como resultado de la relación que desarrollaron cuando el se convirtió en su 'consejero espiritual'. Sin embargo, Cummings negó esas funciones y detalló que las labores del acusado se limitaban a las de un monaguillo y de ayudar en la misma capilla donde trabaja Arzola.
Tartas aseguró haber visto mensajes de textos que alegadamente le enviara Arzola a Prophil, en los que se mostraba 'bien posesiva y perseguidora' porque increpaba sobre los qué haceres del acusado y su vida privada.
Por su parte, Cummings dijo no haber tomado acción sobre 'los comentarios' que escuchó de la alegada violación ocurrida en los predios de la Capilla que dirige porque 'nunca se presentó una querella formal'. Primero dijo que advino en conocimiento de las acusaciones cuando ya había una querella ante el tribunal y luego reconoció que tuvo conocimiento antes y por ello 'estuve mirando y observando las cosas'.
'(Luvic) había comentado algo de un miembro sin miras a que se hiciera algo', argumentó sobre las acusaciones que hizo la empleada que conoce hace unos siete años.
A su salida del tribunal, Arzola -quien testificó el martes- se sostuvo en que nunca envío los mensajes de textos a Prophil y dijo 'gracias a Dios se está haciendo justicia'.
La lectura de acusasión será el próximo 1 de agosto, mientras que el juicio está pautado para el 1 de septiembre.