Llevar la barba del largo del puño y el bigote cortito es parte del sunna, o enseñanzas del profeta Muhamed, que deben seguir aquellos que viven la fe del Islam. En las prisiones del país sin embargo, el derecho al culto es violentado constantemente en lo que varios musulmanes catalogan de un 'patrón de persecución' que casi siempre comienza con obligarles a cortar su barba.

Ese es el caso de Orlando Arroyo Morales, confinado en la cárcel 501 de Bayamón, quien actualmente lleva una demanda federal contra el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) porque alega violaron sus derechos civiles y constitucionales, al coaccionarlo para que se afeitara.

En el documento radicado el 30 de agosto, el confinado alega que 'no empese (sic) a que les he mostrado los ID de mi religión y mi creencia, me amenazaron que si no me corto el pelo me van a meter un contingente de guardias en la sección para cortármelo a la mala y que no me van a dar visita familiar'.

Arroyo certificó ser miembro del Centro de Da'wah Islámica: La Hermandad Musulmana, con dirección en Arecibo.

Según el licenciado Wilfredo Amr Ruiz el 'patrón para obstaculizar las prácticas de la fe islámica es un patrón que trasciende las administraciones de gobierno'.

'Con lo de la barba siempre dan la excusa de la salubridad como si tener barba significara que estás mas sucio. Si fuera así tendrían que raparse la cabeza porque seis centímetros más arriba de la barbilla hay mucho pelo', opinó.

El que también laborara como capellán musulmán en las cárceles del país, indicó que los métodos que se emplean para presionar a los presos a que corten su barba incluyen el que no los dejen trabajar mientras la llevan, negarles ver a sus familiares cuando van de visita, e inclusive, privarle de asistir a sus citas médicas si la conservan.

De hecho, el abogado agregó que hace unos años sirvió de testigo en un pleito similar al de Arroyo Morales y que a partir de entonces el DNR aprobó un memorando para que se permitiera llevar la barba con hasta cuatro pulgadas de largo, aunque,'no aplica en donde quiera porque cada cárcel es como una pequeña república' donde las reglas son arbitrarias. Para el licenciado, los derechos de los musulmanes a practicar su religión no son salvaguardados en parte porque en la división de capellanía, la categoría de 'otras denominaciones religiosas, es controlada por los testigos de Jehová'.

'La capellanía en la cárcel se divide en los católicos, los protestantes y otras denominaciones religiosas. El problema es que dentro de esa última categoría dominan los testigos de Jehová que nunca han podido representar los intereses de los musulmanes porque al igual que los cristianos se dejan llevar por la biblia. Deberían haber más líderes budistas, judíos, rastas...'.

Por su parte, Isso Reyes, único capellán musulmán que actualmente visita las instituciones carcelarias y quien aparece como capellán de Arroyo, confirmó lo mencionado por Amr Ruiz y dijo que el nivel de represión está sujeto a si el 'superintendente de la cárcel es cristiano y fundamentalista'.

Reyes narró un incidente reciente, por el cual pesa una querella en su contra, durante su última visita a la cárcel de mujeres en Vega Alta: 'Fui a la cárcel y ellas me preguntaron por qué las mujeres debían rezar detrás de los hombres y yo les contesté que por la posición del rezo se les ve de frente el trasero. Me preguntaron si los hombres pueden tener más de una mujer y les expliqué que sí y que está en nuestra práctica lavar nuestros genitales con agua cada vez que vamos al baño porque el cuerpo debe estar limpio para el rezo. Por eso me pusieron una querella y me están investigando, porque dicen que que yo estoy denigrando a la mujer'.

El capellán mencionó que hace aproximadamente una década la población musulmana comenzó a crecer en las cárceles al punto que alcanzó alrededor de 600 adeptos, no obstante, señaló que los impedimentos que confrontan para llevar a cabo otras prácticas como el ayuno en el Ramadám y los cinco rezos diarios, han hecho que muchos abandonen el culto.

'Actualmente quedan como 150. Pero imagínate, tienen restringida la libertad y no quieren perder otros derechos', expresó Reyes.

El crecimiento de la población musulmana en la penitenciarías de la isla es un fenómeno reciente mas en 'Estados Unidos surge desde los años 60, con el encarcelamiento de Malcom X, en la época de los derechos civiles', recordó Armr Ruiz. Éste atribuyó la receptividad que existe a dicha religión entre los confinados a que los rituales que se llevan a cabo a diario 'proveen estructura y sentido en un ambiente de ocio y hostil'.

Cuando se le cuestionó a la directora del comunicación y prensa del DCR, Ivonne Michelle Rivera, sobre las políticas de la agencia en relación a las prácticas religiosas, ésta aseguró que la barba está permitida sólo por motivos religiosos, con un largo máximo de un cuarto de pulgada. Rivera indicó que la ley establece que los confinados deben estar afeitados por razones de higiene y de seguridad, ya que la barba altera severamente la imagen de una persona.

La portavoz dijo desconocer los alegatos de persecución religiosa hechos por los capellanes, y aseveró que Arroyo Morales desde que ingresó a la cárcel en el 2007, 'nunca ha tenido barba, ni lleva una dieta religiosa'.