El líder nacionalista y expreso político, Rafael Cancel Miranda, no participará este año en las actividades de conmemoración del Grito de Lares.

La disputa en el Partido Nacionalista fue lo que provocó que decidiera no acudir este año.

'No voy para Lares el 23 de septiembre', precisó el luchador por la independencia de la Isla en una misiva dirigida al cadete nacionalista, Antonio 'Toñito' Cruz Colón, de 84 años.

Cancel Miranda le expuso a su amigo que 'después de tantos años viéndonos en Lares, esta vez no nos veremos, pero no tiene nada que ver contigo. Tengo toda clase de evidencia de que la pugna entre las dos facciones del supuesto 'Partido Nacionalista' comenzó hace cerca de 20 años. Tengo documentado lo que acabo de decirte. Precisamente, fue para esa época que el Partido Nacionalista dejaba de ser, cumplida a cabalidad su misión histórica. Otros movimientos seguirían el camino libertario que recorrieron los nacionalistas de aquel glorioso partido con valor y sacrificio, entre ellos tú'.

La pugna del Partido Nacionalista surge por una lucha que se ha desatado por la herencia que dejó la fenecida nacionalista, Lolita Lebrón.

La situación ha llegado a tal nivel, que el partido se ha dividido en dos ban dos: uno dirigido por el destituido presidente, Francisco Torres, y otro por la nieta del fundador de la colectividad, Pedro Albizu Campos, Rosa Meneses.

Esta semana, unas ocho organizaciones independentistas anunciaron que no asistirían a la conmemoración del Grito de Lares, organizada por Meneses.

De hecho, el portavoz del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, Héctor Pesquera, acusó a la mujer de haber 'secuestrado' la celebración. Por ello, decidieron realizar varias actividades en la zona metropolitana y en Hormigueros.

Ante este cuadro, Cancel Miranda le pidió a Cruz Cólón que exprese directamente su opinión sobre la división del partido.

'Contigo, Toñito, voy hasta el final, porque sé quién eres. Pero esta vez, no nos veremos en Lares', insistió.

Cruz Colón es uno de los más leales discípulos del líder nacionalista Pedro Albizu Campos, a quien conoció cuando tenía 17 años.