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Demanda federal contra Iglesia Católica por caso Prophil

El caso de supuesta agresión sexual contra la exsecretaria de la Iglesia Santa Ana, Luvic Arzola Hernández, llegó al tribunal federal en la forma de una demanda por discrimen y despido injustificado que la mujer sometió reclamando una compensación de al menos $500,000.

El eje de las alegaciones de Arzola es el empleado de la iglesia y aspirante a seminarista Leonardo Prophil, contra quien se alega que hostigó y agredió sexualmente a Arzola en la propia iglesia ubicada en el Viejo San Juan.

El año pasado, un tribunal no encontró causa contra Prophil por las acusaciones de agresión que se le presentaron. La demanda federal sometida la semana pasada, sin embargo, está enmarcada en la doctrina de hostigamiento sexual que impone una responsabilidad al patrono, en este caso la Arquidiócesis de San Juan, de evitar esos actos y de, una vez reportados, investigarlos y tomar acción.

Lo que Arzola sostiene en el pleito federal es que la Arquidiócesis no tomó pasos para reaccionar a sus alegaciones y que, en vez, le cancelaron su contrato como secretaria después de que hizo las reclamaciones a los jerarcas de la iglesia, y a la policía.

Arzola trabajó en la iglesia con su madre del 28 de mayo de 2010 al 31 de agosto de 2011. Directamente sobre Prophil se alega que Arzola lo conoció desde que ella comenzó a trabajar en el recinto religioso, y que desde ese día la mujer se sintió amenazada por las miradas, gestos, declaraciones y mensajes de los que fue objeto en varias ocasiones.

Hay dos eventos específicos de contacto físico. El 19 de julio de 2010 se alega que Prophil mostró y frotó sus genitales a Arzola mientras ambos estaban en una escalera del edificio. Luego, el 27 de julio de 2010, se indica que, estando ambos solos en la cocina de la iglesia, Prophil la tomó en brazos y empujó su pene erecto contra las nalgas de la mujer como parte de un forcejeo en el que, incluso, el hombre introdujo violentamente sus dedos en la vagina de la demandante.

El Monseñor José Emilio Cummins Espada, encargado de la iglesia, supuestamente hizo caso omiso a las quejas de Arzola e incluso llegó a bromear, tras los incidentes de contacto, que ahora ya sabían que Prophil no era gay. También que no tomaba acción contra Prophil porque no quería que lo demandaran por racismo y discrimen por raza, ya que Prophil es de nacionalidad haitiana y de raza negra.

Arzola finalmente sometió una querella policiaca contra Prophil el 17 de febrero de 2011 y pidió una orden de protección que fue concedida hasta el 2 de mayo de 2011. La orden fue renovada hasta el 9 de agosto de 2011.

Cummins renovó el contrato de Arzola hasta el 31 de enero de 2011, y luego no lo renovó, lo que representa la base de la demanda federal que reclama despido injustificado, represalia, discrimen sexual, salario mínimo, y falta de pago de vacaciones, tiempo extra, y período de comidas.

Arzola alega que todo el período que estuvo en la iglesia, incluso después de los incidentes de contacto físico, Prophil se mantuvo hostigándola anuencia y paciencia de los jerarcas de la iglesia.

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Foto: