'El morbo y el sensacionalismo tienen un límite'
Hace menos de un mes, 'La Comay' era presentada como 'la periodista de mayor credibilidad en Puerto Rico' en el programa de comedia de la cadena estadounidense MSNBC 'The Daily Show'. La muñeca se jactaba de contar con una audiencia que superaba el millón de personas y de que SuperXclusivo fuera el programa de información más visto en Estados Unidos.
El jueves, en el espacio de 6:00 a 7:00 p.m. lostelevidentesdeWapavieron una película de 1994, 'TrueLies'.
'La Comay' ofrecía información, usaba herramientas del periodismo como la entrevista, técnicas de investigación, el reportaje y la opinión, pero no era un producto periodístico, según evalúa Mario Roche Morales, catedrático de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico.
'Para Santarrosa, el rumor era un contenido, para la prensa seria se supone que es el punto de partida del trabajo informativo. El problema aquí es que muchos televidentes no tenían clara esa frontera… porque en ocasiones, 'La Comay' trabajaba 'sus historias' con más voluntad que algunos periodistas'.
Por casi 12 años, SuperXclusivo se mantuvo como dueño y señor de los números de audiencia. En el transcurso, superó la pérdida de demandas por difamación, modificó discursos discriminatorios y homofóbicos.
Evolucionó. Contrató 'reporteros' que entre rumor y chisme dieron seguimiento a las investigaciones sobre crímenes que sacudieron al país. Recibió la visita de gobernadores y candidatos a puestos políticos. Pero en medio de la conmoción que se vivió a principios de diciembre por el asesinato del publicista José Enrique Gómez, 'La Comay' sugirió que este pudo haberse buscado la muerte por encontrarse en la calle Padial de Caguas, supuestamente, en busca de prostitutas.
'El caso del asesinato del publicista nos tocó el corazón por muchos motivos y los productores de 'La Comay' no supieron medir sus expresiones y ponderar las consecuencias en un momento en el que la sensación de inseguridad, impotencia ante el crimen y el miedo imperan. El morbo y el sensacionalismo tienen un límite', señala Roche Morales.
Entonces, fue el principio del fin. A través de las redes sociales, se concretó un llamado boicot que muchos ya se habían planteado individualmente. Decenas de usuarios presionaron y consiguieron que auspiciadores del programa retiraran sus anuncios. Wapa sintió la presión y decidió pregrabar el programa para evaluar su contenido antes de que saliera al aire, y eliminar lo que pudiera resultar ofensivo para algunos sectores.
Para Roche Morales, la acción ciudadana, 'gente que reivindica unos derechos, que exige rendiciones de cuentas a los medios de comunicación por la calidad de sus contenidos' es uno de los aspectos más interesantes de la situación. 'Y es que los medios no pueden perder de vista que, aparte de ser un negocio, tienen un rol público que cumplir -la FCC toma ese aspecto en cuenta al momento de otorgar las licencias a las televisiones-. En términos sencillos, esa responsabilidad tiene que ver, por ejemplo, con la pluralidad informativa, con promover la tolerancia, la diversidad y la convivencia'.
De acuerdo con el profesor universitario, quien investiga sobre los discursos periodísticos, el periodismo cultural y las transformaciones de la prensa como consecuencia de los desarrollos tecnológicos, es el público, con su audiencia o rechazo, el que decide cuál es el valor del producto. Pero el medio también toma parte, teniendo en cuenta los contextos sociales y culturales en los que produce.
'Aquí hubo un boicot, no una censura previa' aclara el catedrático. 'Esto es parte del juego democrático. La gente que apoyaba el programa podía seguir viéndolo… es la empresa la que decidió que los números no le cuadraban ante el retiro de los anunciantes. Hablar de que se limitó la libertad de expresión de Santarrosa me parece excesivo y demagógico'.
Cuál será el impacto de la salida del programa de la televisora? 'Aún es temprano', considera Roche Morales. 'Lo que sí es muy probable es que los medios de comunicación en general tendrán mucho más cuidado a la hora de producir sus contenidos de entretenimiento o información periodística. No pueden perder de vista que la materia prima de sus productos es el ciudadano. Y que un mal manejo de un asunto público puede dañarle la vida a éste para siempre'.