La discusión sobre la posible eliminación de la Cuota de Estabilización Fiscal en la Universidad de Puerto Rico (UPR) no figura en la agenda de la Junta de Síndicos, cuerpo rector de la institución.

De acuerdo con la síndico claustral Ana Matanzo Vicens, el asunto no ha estado en la agenda de las dos reuniones ordinarias que se han celebrado desde noviembre, luego de que el cambio de administración en el país ya fuera seguro.

Tampoco se plantea como uno de las temas a discutir en la reunión de enero.

Matanzo Vicens mencionó que, 'de acuerdo a los desarrollos que hubieren con relación a la restitución de fondos' a la Universidad, entonces podría traerse a la mesa.

Mientras, los estudiantes del primer centro docente del país iniciaron ayer, jueves, las clases con el cargo de la controversial cuota en sus facturas, la cual podrán pagar hasta el 15 de enero o dividir en plazos durante el semestre.

La Unión de Juventudes Socialistas (UJS), organización que tuvo una amplia participación en la huelga que se desarrolló a finales de 2010 en rechazo a la imposición, repudiaron que el ahora gobernador Alejandro García Padilla utilizara la promesa de eliminar la cuota como punta de lanza de su campaña y que ahora se presente ambivalente sobre el tema.

En entrevista con NotiCel, García Padilla manifestó su intención de dejar en manos de la Junta de Síndicos la derogación de la cuota por aquello de respetar la autonomía universitaria, ángulo que no había presentado durante su campaña a la gobernación. 'Que la universidad elimine la cuota porque si la elimino yo desde acá (Fortaleza), es una imposición del ejecutivo, entonces va en contra de la autonomía', dijo en su primer día en Fortaleza.

Días después, Jorge Colberg Toro, ahora designado secretario de Asuntos Públicos y portavoz de La Fortaleza, aseguró que el Mandatario impulsará la radicación de un proyecto que devuelva la antigua fórmula de asignación de fondos a la institución, que fue eliminada con la Ley 7 de Emergencia Fiscal. Así, se allegarían $100 millones adicionales a la UPR, lo que permitiría entonces derogar la cuota.

El virtual presidente del Senado, Eduardo Bhatia, también ha expresado su interés en trabajar la derogación de los $800 como una prioridad.

Pero aún cuando se presente un proyecto de ley a esos fines, el impuesto solo podrá ser eliminado si la Junta de Síndicos está de acuerdo, según expresó luego la secretaria de la Gobernación, Ingrid Vila.

'Nos parece contradictorio que el gobernador use de excusa a la autonomía universitaria para no eliminar la cuota. Cómo puede decir que la Junta de Síndicos vela por los intereses de la autonomía universitaria si ésta está compuesta en su mayoría por personas totalmente ajenas a la comunidad de la Universidad? La Junta de Síndicos representa y siempre ha representado los intereses de inversionistas y compañías privadas que solamente buscan lucrarse con la Universidad', sentenció una de las portavoces de la UJS, Teresa Córdova Rodríguez.

Daniel Quiñones, estudiante de Historia y también portavoz de la organización socialista, consideró que las expresiones de Vila en torno a la responsabilidad de la Junta por aceptar un proyecto que elimine la cuota, como una posible justificación para que el gobierno popular enmiende la Ley Universitaria y pueda retomar el control del cuerpo rector, nombrando síndicos afines con sus posturas.

Los estudiantes advirtieron que continuarán su lucha en la calle por la accesibilidad de la educación pública y exigieron que se les de amnistía a los estudiantes expulsados de la universidad durante la huelga contra la cuota, Ibrahim García, Waldemiro Vélez y Rafael Ojeda.

'Si García Padilla cree tan injusta la cuota, pues que restituya a los estudiantes que han sido sancionados por su lucha contra la cuota', apuntó Quiñones, quien fue uno de los tantos arrestados durante las manifestaciones de aquella huelga.

El Consejo de Estudiantes, por su parte, ya comenzó un cabildeo para que se den cambios en la Junta de Síndicos, de forma que se amplíe la representación estudiantil, y se derogue la cuota.