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Una niña y sus dos madres: una familia

La familia de Carmen Milagros Velez la completan quien ha sido su compañera por los últimos 25 años y su hija biológica. Así ha sido siempre. No hay un antes y un despues.

La niña fue concebida mediante inseminación artificial, como una decisión de la pareja de mujeres tras ocho años de relación.

'Antes de que supiera que quería hacer cualquier otra cosa, sabía que quería ser madre', afirma Vélez. Entre las alternativas, optaron por la inseminación artificial, por lo que contactaron a un 'buen hombre', del que tuvieron información médica y que les donó el material genético para el proceso.

Cuando la niña nació, la primera persona que vió fue a la compañera de Vélez. Le pusieron tres nombres, uno de los cuales es el apellido de su otra mamá. 'Ella decía que nació de la barriga de mamita y del corazón de mamá'.

Hoy, la niña ya tiene 12 años y tenía la esperanza de que el proceso de solicitud de adopción que comenzó en 2005 culminara con una decisión en su favor. 'Voy a poder usar mi apellido', menciona Carmen Milagros que le decía la adolescente. Pero la decisión del Tribunal Supremo fue contraria.

Carmen Milagros es trabajadora social y profesora universitaria. Dió la cara ante la prensa durante la conferencia que realizó la sección de Discrimen por Orientación Sexual e Identidad de Género de la Clínica de Asistencia Legal de la Universidad de Puerto Rico que lleva su caso, porque quería que el país viera que es una persona real y que su familia es una realidad.

La otra mamá de la menor no la acompañó porque todavía está muy triste por el fallo de la mayoría de los jueces del Supremo. La niña también ha sufrido el impacto de la decisión y ha manifestado su coraje, como adolescente al fin.

'Yo decidí venir acá porque yo quiero que vean que soy una persona de verdad. Esto no es algo que se están imaginando. Esto no es una profecía. Esto no es una amenaza. Esto es una realidad de carne y hueso. Somos muchas las que criamos nuestros hijos así, nos levantamos todas las mañanas a hacer algo por este país y somos parte de lo que es el andamiaje de esta sociedad'.

El deseo que su pareja pudiera tener la relación de filiación con la niña, con todos los deberes y responsabilidades que estipula la ley para madres e hijas, es una motivación natural por proteger a la menor y lograr que la cobijen los mismos derechos que al resto de los niños.

El Tribunal indicó que para que la mujer peticionaria pudiera conseguir la adopción, la madre biológica tendría que renunciar a su relación de filiación. Vélez indicó que este caso no se trata de una situación donde haya un papá y dos mamás.

'Aquí no hay ningún misterio ni ninguna cosa rara. Aquí hay dos mujeres que decidieron ejercer su maternidad. La experiencia de tener hijos no es una experiencia exclusivamente heterosexual, es una experiencia humana', apunta. 'Esto no es algo que tiene un antes y un después. Para ella no hay algo diferente que no sea esto', sostiene la mamá sobre su núcleo familiar.

Pero bajo el ordenamiento legal existente y la interpretación que ha hecho el máximo foro del país, los niños que nacen fruto de una relación heterosexual no reconocida por la ley tienen más derechos que esta menor. Si Carmen Milagros sufre un accidente, enferma o muere, su compañera no estará facultada legalmente para hacerse cargo de la menor. Si ella pierde su trabajo y no puede pagar el plan médico, su pareja no la puede incluir en el suyo. 'Cómo se sentirían de tener que dormir todas las noches pensando que si algo le pasa a su pareja, les pueden quitar a su hijo o a su hija? Ese sentimiento es algo con lo que nosotras nos acostamos todas las noches y eso crea un nivel de estrés que no se va nunca'.

Los abogados de la Clínica de Asistencia Legal, donde estudiantes de Derecho realizan sus prácticas profesionales, indicaron hoy que considerarán pedir al Tribunal Supremo una reconsideración de la decisión en este caso. Evaluarán los fundamentos de los jueces que se expresaron en contra de la adopción y podrán someter su petición durante los próximos nueve días.

Aunque son pocas las ocasiones en que el Supremo reconsidera sus decisiones, la supervisora de la Clínica de Asistencia Legal, Nora Vargas, consideró que hay posibilidades de prevalecer debido a lo cerrada de la decisión, que contó con cinco votos en contra y cuatro a favor.

Carmen Milagros Vélez, madre biológica de la niña, junto con las abogadas Nora Vargas y Josefina González.
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