Guerra por la medicina alternativa
Las denuncias que hiciera hace poco una funcionaria de la aseguradora Triple S, planteando un problema de fraude con la medicina alternativa, ha puesto sobre la mesa la madeja que ronda estos tratamientos.
Y es que el doctor naturopático, Efraín Rodríguez Malavé, aunque coincide con Rita Rodríguez, oficial de Cumplimiento y Privacidad de Triple S, sobre los problemas de fraude que hay con relación a algunas personas que practican la medicina alternativa, también puntualizó que los planes médicos han aportado para que esto ocurra.
Rodríguez Malavé detalló que desde principios del siglo 20 la práctica de la medicina alternativa ha sido cuestionada, y a través del tiempo ha logrado su reconocimiento.
Trajo a la atención que un estudio realizado a principios de los noventa por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard encontró que el 34% de la población norteamericana utilizaba terapias de medicina no convencional.
Esto dio paso a que en el 1998 el Congreso de Estados Unidos estableciera el Instituto Nacional de Medicina Alternativa y Complementaria.
En Puerto Rico desde la década de los noventa se viene desarrollando la medicina alternativa, que sigue sin recibir el reconocimiento del Tribunal Examinador de Médicos (TEM).
En el 1997 surgió en la Isla la Ley 208 que pretendía regular la medicina naturopática, y que incluso creó la Junta Examinadora de Doctores en Naturopatía de Puerto Rico, adscrita al Departamento de Salud. Esta legislación tenía la intención de hacer la distinción entre lo que son los doctores naturopáticos y los naturópatas.
Durante ese tiempo, se estableció en la Universidad Central del Caribe en Bayamón, el Centro Universitario de Medicina Integral y Complementaria (CUMIC), en la que indicó que los doctores naturopáticos capacitaron a galenos de la medicina convencional, con el respaldo de una aseguradora.
De acuerdo a Rodríguez Malavé, en ese proceso los médicos de la medicina convencional comenzaron a desplazar a los doctores naturopáticos, pese a que no tenían todos los conocimientos necesarios para practicar la medicina alternativa.
Este expuso que esto abrió las puertas a que médicos generalistas y de otras especialidades fueran contratados por las aseguradoras para ofrecer tratamientos de medicina alternativa dentro de sus cubiertas, cosa que no hicieron con los doctores naturopáticos.
'Llevan más de 13 años dando contrato a los médicos….Para mi es un fraude moral o una conmoción de espíritu de esta señora, porque ellos contrataron a los médicos. Si ellos redefinieron lo que es medicina alternativa para reconocer unos centros, para venderle primas a la gente en base a esos centros', sentenció.
A juicio detrás de toda esta alerta lo que hay es un 'juego económico', entre la aseguradora y los practican la medicina alternativa.
De hecho, expuso que aún las aseguradoras no quieran contratar a doctores naturopáticos, la Ley 210 del 2007 las obliga a reembolsar los tratamientos.
Se le indagó sobre la garantía entorno a la efectividad de este tipo de tratamientos en las que Rodríguez había manifestado que muchas veces se induce a los pacientes a dejar sus tratamientos tradicionales, a lo que Rodríguez Malavé determinó que 'es práctica ilegal de la medicina quitarle un tratamiento convencional a un paciente… Claro, el paciente es dueño de su vida y es responsable por las decisiones que tome'.
Para Rodríguez Malavé el asegurar unos resultados de unos tratamientos alternativos sin ser algo científicamente comprobado, todo depende de la ética del médico.
Reconoce que ha visto casos de pacientes de cáncer que les han recomendado en estas clínicas que dejen su tratamiento convencional y luego les ha dado metástasis.
'Yo lo que le puedo recomendar a la gente es que vaya a donde gente seria', enfatizó.
Por su parte, el doctor Eduardo Ibarra, presidente del Colegio de Médicos-Cirujanos, opinó que es poco ético que un galeno facture a las aseguradoras bajo unos códigos que no son los servicios que le brindan a los pacientes por medio de tratamientos de medicina alternativa.
'Vivimos en una sociedad libre, donde precisamente el ejercicio de esa libertad permite, que los seres humanos se expresen y que seleccionen una serie de alternativas que tienen en la sociedad. Los médicos también tenemos esa libertad, ahora hay algo que se llama la ética. Nosotros creemos que un médico falta a la ética cuando promete unos resultados que no han sido comprobados por el rigor científico, de que esos resultados van a ser así', sostuvo.
'Sin embargo, ahí hay un área gris de los conocimientos humanos, porque como la experiencia científica no te puede llevar a concluir necesariamente a algo de forma definitiva como ocurre con las matemáticas. Entonces en esa área gris, de incertidumbre, de si aún los tratamientos científicos van a dar un resultado esperado necesariamente, y que los tratamientos no científicos pueden también dar ese resultado. Dentro de esa incertidumbre algunos médicos se colocan para lucrarse de la ingenuidad y la buena fe de los pacientes', apuntó Ibarra.
A su juicio de Ibarra deben ser sancionados por las autoridades y el Colegio, pero plantea que muchas veces resulta complejo llevarlo a cabo porque, por ejemplo, los pacientes no hacen las querellas correspondientes.
Este aconsejó a los pacientes a 'que se dejen llevar por las credenciales de sus médicos, que hemos estudiado durante 10 o 12 años las especialidades. Pregunten si tienen dudas. Y cualquier cosa que le suene fantástica, lo tome como fantástica'.
Actualmente en el Senado se investiga la medicina alternativa por medio de la R. del S. 285.