El Tribunal Supremo emitió una decisión el martes, de que Ana Cacho no podrá ver a sus hijas, revocando una determinación del Tribunal de Apelaciones que le concedía a Cacho González, visitas supervisadas.

Se ordenó al Tribunal de Primera Instancia que celebre una vista para evaluar si procede conceder relaciones materno-filiales y para dilucidar si el Departamento de la Familia puede ser relevado de su deber de llevar a cabo esfuerzos para reunificar a la madre con las menores.

El alto foro judicial señaló que la custodia provisional de las dos menores la mantiene el padre, Ahmed Alí González, y ordenó la actualización de los informes sicológicos preparados sobre las menores y Cacho.

El juez presidente, Federico Hernández Denton, emitió una Opinión de Conformidad en la cual expresó que 'en casos de maltrato o negligencia de menores, el Estado debe probar sus alegaciones mediante prueba clara, robusta y convincente, un estándar probatorio más riguroso que el aplicable a casos ordinarios'.

Ello por tratarse de una intervención gubernamental con derechos fundamentales de los padres.

Por su parte, la jueza Anabelle Rodríguez, quien también emitió una Opinión de Conformidad, no estuvo de acuerdo con que se aplique dicho estándar.

La sentencia contó con el aval de todos los jueces del Supremo, excepto el juez Roberto Feliberti, quien no intervino.