El salubrista Jose Vargas Vidot y la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales apoyaron el martes que el Senado apruebe legislación para despenalizar y descriminalizar el uso de una onza de marihuana, como propone el proyecto 517.

Advirtieron, sin embargo, que el proyecto estaría incompleto si no establece un organismo regulador para el control y distribución de la droga, y si no refiere a las personas con sustancias controladas a orientación sobre el manejo responsable de la marihuana, respectivamente.

El jefe de los fiscales del Departamento de Justicia, José Capó Rivera, también señaló que sin un 'sistema estricto, estrechamente regulado', el departamento no podrá avalar la medida, a la vez que exigió que se consulte a todas las agencias encargadas de la salud mental, seguridad y corrección. Señaló que para evitar una intervención federal se debe cuidar de no atentar contra las prioridades del gobierno federal: que la droga no caiga en manos de menores, que la ganancia no vaya a los criminales, que no se conduzca bajo los efectos de la droga, y que no se traslade la marihuana a otros estados.

El director de Iniciativa Comunitaria, Vargas Vidot, opinó que el proyecto es un primer paso para minimizar la violencia que genera el mercado ilegal y clandestino de la droga. 'Cuánta sangre queremos ver derramada?', cuestionó al referirse a otros países, como Portugal y Holanda, que han aprobado la despenalización y han notado una disminución del crimen y en la tasa de consumidores. 'La prohibición es lo que provoca la violencia del narcotraficante', mencionó durante su alocución en la primera vista pública de la Comisión de lo Jurídico, Seguridad y Veteranos.

Vargas Vidot, quien se dedica a la rehabilitación de los adictos, mencionó que la medida debe ir acompañada de un plan nacional de drogas, y que el proyecto debe especificar cuál será el medio de distribución que sustituirá, y por ende debilitará, al punto de droga. 'Todos los países donde (la despenalización) ha tenido éxito, no ha sido por una sola medida, sino porque tocan todas las ramas del sistema gubernamental y legal', aseguró.

Un instituto estatal que regule la droga estaría atacando el mercado subterráneo y velando con mayor rigurosidad la producción y el cultivo para que no incluya una concentración tan alta de compuestos químicos, alegó. En EEUU, se estima que los aranceles a la marihuana pudieran producir $47.7 billones anuales, según el doctor.

El presidente de Asociación Nacional de Trabajadores Sociales (NASW, por siglas en inglés), Manuel Ortiz Cordero, señaló, por su parte, que se ha comprobado el fracaso del castigo como medida disciplinaria. 'Por esto ha sido y sigue siendo difícil erradicar el maltrato físico. Hay que cambiar el enfoque punitivo-criminal existente, por uno salubrista', comentó. El trabajador social propuso que la medida se enmiende para incorporar que toda persona intervenida por la policía, sea referida a AMSSCA para recibir orientación sobre el uso y manejo responsable de la marihuana, así como la crianza de menores.

El psicólogo social, Rafael Torruella, director de la campaña Descriminalizacion.org, también apuntó al fracaso de la mano dura, tanto en términos sociales, como económicos. Destacó que con el dinero que cuesta mantener a un usuario en la cárcel por 3 años ($120,000), se puede brindar un tratamiento de drogas a un usuario de heroína por dos años ($8,000) y pagar una educación universitaria por cinco años ($12,500) con un sobrante de $100,000.

Advirtió, además, de otras interrogantes legales que deben ser evaluadas al aprobar esta medida tanto en el proceso de custodia de menores y adopción, como en la contratación en los sistemas de justicia y educación. A preguntas del senador Cirilo Tirado, Vargas Vidot argumentó, sin embargo, que no se debería complicar la medida con elementos laborales pues cada patrón tiene derecho a establecer sus propias reglas. 'La sugerencia mía es no contaminar esta medida con ninguna otra cosa, sino que a partir de ahí se desarrolle un plan nacional'.

Adictos con psicosis

Por su parte, el reconocido psiquiatra Carlos Cabán, presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Psiquiatría, mencionó en su ponencia que una tercera parte de las personas que consumen marihuana, padecen daños cerebrales permanentes semejantes a la psicosis. Señaló, además, que la yerba contiene más de 400 compuestos químicos y que la concentración del THC (principal componente psicoactivo) ha aumentado drásticamente en las pasadas décadas, de un 4% a un 35%. Cabán se opuso al uso medicinal de la marihuana, pero reconoció que es momento de trabajar la penalidad por el uso de marihuana. 'Somos conciente que la penalidad actual es desproporcional con la droga y eso hay que trabajarlo desde un punto salubrista', comentó.