En el interior del Capitolio, en esa Casa de Leyes donde Miguel Hernández Agosto desarrolló gran parte de su gestión como servidor público, fue que los políticos del país se despidieron formalmente del expresidente del Senado y del Partido Popular Democrático (PPD).

Hernández Agosto falleció a sus 88 años de edad el pasado 18 de marzo y enseguida las banderas del país se bajaron a media asta durante cinco días, y llovieron una a una las muestras de afecto y los homenajes hechos por los políticos del país.

Lo recordaron por muchos proyectos y cualidades, pero su logro principal -por la cual su nombre pesa en la historia- es por su aportación a la investigación del caso del Cerro Maravilla.

El 25 de julio de 1978, dos jóvenes independentistas caían en el Cerro Maravilla, víctimas de un sospechoso asesinato. En aquel momento, el gobierno y las autoridades federales coincidieron en que ahí no había pasado nada.

Así se hubiese narrado la historia, si no fuera en parte porque pocos años después se abrió nuevamente una investigación, esta vez desde el Capitolio, cuando presidía el Senado de Puerto Rico ese hombre nacido en una modesta cuna en Las Piedras del 1927, quien fue maestro de ciencias y matemáticas en Humacao y Juncos, graduado de Ciencias y Derecho, y quien se había desempeñado como Secretario de Agricultura bajo la administración de Luis Muñoz Marín.

Fue desde ahí, desde la Legislatura en la que ejerció como presidente del Senado durante trece años (1978 -1991), luego de ocupar el escaño de senador que dejó vacante Muñoz Marín en 1970, que decidió escuchar las imputaciones que corrían en boca del pueblo y armó el brazo investigativo del Senado, le otorgó poder político y, junto al fiscal especial Héctor Rivera Cruz, poco a poco se fue develando el encubrimiento de un fatídico suceso, oculto por el entonces superintendente de la Policía, Desiderio Cartagena, por el Negociado Federal de Investigaciones (FBI), por el gobierno de Carlos Romero Barceló.

'Hay que recordar aquellos tiempos, hay que recordar cómo este Senado se tuvo que enfrentar a una oposición del Ejecutivo, de los federales y de todas las instituciones de ley y orden de Puerto Rico para que no se reabriera ese caso y que se llegara a la verdad de lo que había ocurrido. Cuántas veces no tuvo que Miguel recurrir a los tribunales para lograr que se entregaran los papeles que las agencias del Gobierno tenían sobre los hechos del Caso Maravilla, cuántas veces no tuvo que ir a esos tribunales para obtener los testimonios del testigo?', recordó el exgobernador de Puerto Rico, Rafael Hernández Colón.

'Ese esfuerzo valiente, tesonero, elevó este Senado a otro nivel. En ningún momento en la historia de Puerto Rico una cámara legislativa había hecho una labor investigativa de esa dimensión y eso se lo tenemos que reconocer y agradecer a Miguel Hernández Agsoto', elogió Hernández Colón, recibido por una ronda de aplausos que interrumpió brevemente su discurso.

Son muchas cosas por las que lo recuerdan. David Bernier, actual presidente del PPD, destacó su nobleza, su corazón extraordinario, la precisa mezcla entre sus firmes principios y su mirada libre de prejuicios y fundamentalismos que permitían evolucionar su pensamiento.

'No existe para un servidor público mejor lima que conocer la vida de don Miguel Hernández Agosto en su proceso de preparación para servirle bien al país, hoy yo quiero enfatizar en esos principios que no caducan, que transcienden el tiempo', enunció el candidato a la Gobernación, quien dijo haber prometido sobre su féretro que lo honrará en todos los actos de su vida 'viviendo de forma correcta'.

El actual presidente del Senado, Eduardo Bhatia, aprovechó la coyuntura para reivindicar el poder y la relevancia de la Asamblea Legislativa. Para ello, recordó las conversaciones que sostuvo con Hernández Agosto, quien fungía también como su asesor, sobre el futuro de la Casa de las Leyes en el marco de la reforma legislativa, de los ataques a los legisladores en la radio, en la calle, en una masa que desconfía de su gestión y en ocasiones ha exigido su encogimiento y hasta disolución en casos más extremos.

'Los ataques a la Asamblea Legislativa son ataques al poder del pueblo', recordó Bhatia así las palabras que le profirió Hernández Agosto en los diálogos que sostuvieron. Decía eso debido a que el poder legislativo es el único en que todos sus miembros son electos por la ciudadanía. 'Cuando las corporaciones públicas y muchas instituciones de Gobierno han colapsado en el país, el pueblo necesita una Legislatura fuerte, viva, vigorosa', también decía el fenecido según los recuerdos de Bhatia.

El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, por su parte, destacó la relevancia aún hoy de los partidos políticos, que para él siguen siendo claves en una democracia con pluralidad de pensamientos, pues le brindan 'coherencia'. Sin embargo, hizo una distinción con la generación de políticos de Hernández Agosto, que 'vivió para lograr que el país a través de su partido lograra avanzar la causa de la gente', dijo.

'Cuando entendía que su sueño iba por rumbos distintos a los de la gente, como buen discípulo de Luis Muñoz Marín, rompía sus sueños... y los ahogaba, para saciar los sueños de la gente, la generación de los que eran como él, [a quienes] miramos con añoranza y con deseo, es inversamente proporcional al fracaso de los que hoy usan los partidos, las instituciones, no para perseguir los sueños de la gente, sino porque lo ven como un instrumento para adelantar quimeras personales así sea a costa de ahogar los sueños de la gente', denunció.

También Juan B. Aponte, amigo de muchos años del fenecido, padrino de su boda y cómplice en la gestación del movimiento cooperativista, destacó el espíritu desinteresado de Hernández Agosto, junto a su 'sagacidad política' y su 'inteligencia privilegiada'.

'Puerto Rico tuvo la dicha de tener esa mente excepcionalmente privilegiada a su servicio, con los costos públicos para servirle al pueblo, no para servirse ellos... su estado financiero personal no muestra un saldo significativo pero deja para la posteridad una hoja de servicios para el pueblo puertorriqueño', dijo.

José Ronaldo Jarabo, presidente de la Cámara de Representantes en aquella época en que Hernández Agosto presidía el Senado, recordó los choques, los enfrentamientos propios del sistema bicameral, pero también los muchos proyectos aprobados, la diplomacia legislativa.

'No he visto un recién fallecido que tuviese una expresión de paz, de tranquilidad, de satisfacción como la que tenía Miguel el viernes por la mañana. Hoy este Capitolio donde llegamos por caminos muy diferentes, no solo se viste de luto, porque aquí en este recinto hasta las paredes oyen y las columnas lloran, no se ven las lágrimas pero se sienten', dijo con voz quebrada.

También en la actividad en la cual se llevaron a cabo los actos protocolares en homenaje a Hernández Agosto, comparecieron el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló, la exgobernadora Sila M. Calderón, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz Soto, así como los expresidentes del Senado, Thomas Rivera Schatz, Kenneth McClintock y Antonio Fas Alzamora. La actividad cerró con la melodía de 'Verde luz'.