Un grupo desde Washington, D.C. era el único habilitado para seguir de cerca los pasos del Primer Mandatario por Puerto Rico.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se convirtió en el primer mandatario en visitar la Isla tras una catástrofe, no obstante, fueron los miembros de la prensa internacional quienes pudieron obtener detalles.

A su arribo a la Isla, el avión Air Force One transportó al presidente, la primera dama Melania Trump, y jefes de agencia como el secretario del Departamento de Energía Rick Perry, además de un grupo de periodistas desde Washington, D.C. Ese grupo era el único habilitado para seguir de cerca los pasos del Primer Mandatario por Puerto Rico, como la 'mesa redonda' que sostuvo junto al gobernador Ricardo Rosselló Nevares y su equipo, y la visita a la Capilla Calvary, en Guaynabo.

En total, la Oficina de Prensa de la Casa Blanca acreditó a 115 periodistas para el evento.

Por otra parte, la prensa local y aquellos extranjeros instalados en la Isla desde hace varios días, fueron citados a la Base Muñiz de la Guardia Nacional, en Isla Verde a las ocho de la mañana, tres horas antes de la llegada de Trump, para completar el registro.

'Recuerden que ustedes son visitantes aquí, esto es una base militar', exclamó una de las coordinadoras de Casa Blanca, quien tuvo a su cargo el manejo de los periodistas en la Base Muñiz. La reiteración hablada, a modo de exigir un comportamiento al pie de la letra, era recalcada por la alta presencia de miembros de la milicia y las filas lideradas por sargentos.

Durante ese lapso de tiempo, se completó el registro en la zona de espera, los militares nos escoltaron hasta la pista de aterrizaje para posicionar las cámaras y pertenencias, y luego, el trayecto de regreso a la zona inicial, tambien custodiados. Cabe destacar que, mientras la unidad canina inspeccionaba la zona, por protocolo tuvimos que marcharnos del lugar en nuestros vehículos por una hora.

Al regreso, se realizó un segundo escrutinio, esta vez con detectores de metales. A eso de las 11:15 a.m., pasamos a la pista.

Con unos minutos en anticipo, a eso de las 11:40 a.m. el avión presidencial aterrizó en la pista de la Base Muñiz y giró hasta que las escaleras de entrada hicieran frente con la localización de los comunicadores, aunque a una distancia considerable. Según informó de antemano Casa Blanca, eran 150 pies. Los fotoperiodistas, por ejemplo, utilizaron lentes de largo alcance (mínimo de 70 a 200 mm) para lograr una imagen útil.

La prensa estuvo localizada bajo el sol en los confines de barricadas amarillas, lo que formaba un rectángulo.

Al bajar del avión, el Presidente y la Primera Dama saludaron a los presentes y fueron recibidos por Rosselló Nevares, Beatriz Rosselló y la hija de ambos, Claudia, además del cuerpo militar.

Contiguo a la ubicación de la prensa --y a unos pies de distancia-- yacía una 'caja' similar, pero repleta de militares y 'fanáticos', a donde Trump se dirigió por unos minutos para saludar. Luego, intercambió bromas con miembros de Fox News y se dirigió hacia el hangar, donde daría sus primeras y únicas declaraciones.

Entre sus expresiones, aseguró que el paso del huracán María no fue 'una catástrofe real' como la del tambien fenómeno atmosferico Katrina, ya que el número de víctimas fue uno muy bajo. Tambien, comentó sobre el hecho de que Puerto Rico está 'impactando' el presupuesto de los Estados Unidos, tras necesitar ayuda a raíz de la crisis humanitaria que dejó María.

La transmisión en vivo de la reunión fue transmitida por Casa Blanca, por lo que todos los medios de comunicación compartieron el enlace para poder informar.

A su salida del hangar en los vehículos oficiales, tampoco se dirigió a la prensa que esperó en las barricadas. Minutos más tarde, se presentó en la Capilla Calvary, localizada en el centro comercial Los Jardines, en Guaynabo. Una vez allí, según los medios internacionales, arrojó rollos de papel a los presentes como si estuviera en un concierto. Cabe mencionar que los periodistas locales que se presenciaron al lugar horas antes fueron removidos por miembros del servicio secreto. De acuerdo a una entrevistada, Trump no habló con los presentes.

Más adelante, visitó comunidades, tambien en Guaynabo y luego, se dirigió hacia su punto de llegada. Según el calendario difundido durante la mañana, Trump permanecería en la Isla hasta las 5:15 p.m., no obstante, se marchó a las 4:05 p.m.

En el transcurso de su visita, las avenidas Martínez Nadal y Esmeralda, en Guaynabo, así como el expreso Román Baldorioty de Castro estuvieron bloqueados por miembros de la Policía de Puerto Rico, lo cual provocó congestión vehicular en vías aledañas, como la Piñero y la Kennedy. De la misma manera, el tráfico aereo tambien fue retrasado.

Durante las tres horas que visitó la Isla, Trump no contestó preguntas de gran envergadura como el costo real de la reconstrucción de la Isla tras el paso del huracán, o cuál sería el verdadero resultado tras su visita a Puerto Rico, más allá del gesto protocolar y las fotografías para la posteridad.