En el limbo boricuas que emigraron a Florida tras María
Sin agua, sin electricidad y sin escuela para sus hijos, Carmen 'Millie' Santiago huyó de Puerto Rico luego del paso del huracán María el pasado 20 de septiembre. Al igual que miles de evacuados, aterrizó en el centro de Florida. Y, como cientos, todavía está atrapada en un motel.
Siete meses despues de la tormenta, la mujer de 50 años con cabello castaño y una cálida sonrisa se ha convertido en la líder de 'El Súper Ocho', el motel a la sombra de Disney World, donde ella vive con su esposo y dos hijos.
Ella mantiene tarjetas de visita de gerentes de departamentos, trabajadores sociales y empleadores potenciales sobre una mesa junto a la puerta de la habitación del motel, cualquier cosa que pueda ayudar a sus vecinos a descubrir cómo sobrevivir al complejo y cada vez más eterno limbo en el que se encuentran.
Esta semana, a cientos de evacuados se les dijo que los botarían de los moteles donde han vivido sin pagar con la ayuda de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en ingles). El viernes a la 1 p.m., despues de la creciente presión de los miembros del Congreso, el gobernador de Puerto Rico y los evacuados como Millie, así como las múltiples consultas de CNN, FEMA anunció que extendería la asistencia del motel a los sobrevivientes de María hasta el 14 de mayo.
Millie y otros afecta dos no sabían a dónde se habrían ido sin la extensión. Y despues de lo que ha descrito como una semana de pánico, todavía no saben que sucederá el próximo mes.
Sin embargo, ella tiene presente lo que les sucede a los evacuados que no pagan del motel: hay una madre con dos niños que dice que durmió varias noches en un automóvil despues de que la asistencia de la habitación del motel de FEMA se agotó en marzo.
Tambien hay un caso de una familia de ocho, compuesta por cuatro niños, sus padres y dos abuelos, que durmieron juntos en una habitación de un motel con solo dos camas.
Algunas familias dicen que se han mudado cuatro, cinco y seis veces para evitar dormir en las calles.
Mientras tanto, refugios cerca de Kissimmee, están llenos. Las viviendas de bajos ingresos no están disponibles. Los alquileres están fuera del alcance. Las organizaciones sin fines de lucro han sido minadas de recursos. Y la ayuda federal para los evacuados se está agotando o nunca se ofreció.
En esa línea, hay dos programas de vivienda de FEMA. Uno de ellos, llamado Programa de Asistencia para Refugios de Transición, que paga las facturas del motel a las personas cuyas viviendas sufrieron daños en Puerto Rico, incluso si las víctimas del desastre abandonaron la isla. Ese programa, de acuerdo con los documentos de FEMA, fue diseñado para ser utilizado durante aproximadamente dos semanas. No obstante, se ha extendido repetidamente.
Sin embargo, FEMA determinó que más de 1,200 casos en los 50 estados no son elegibles para recibir asistencia continua despues de esta semana.
Para más, vea: Puerto Ricans end up functionally homeless in Florida