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Así es estar olvidado en Puerto Rico después de María

A seis meses de María siguen sin servicios básicos

El barrio más pobre de Dorado parece haber quedado en el olvido, varado en el tiempo y sin ningún viso de que su situación cambiará.

A seis meses del paso del huracán María por la Isla, los residentes del humilde barrio Espinosa permanecen sin energía electrica. Pero para ellos es mayor el tiempo que han esperado, pues la última vez que vieron una luz encendida de manera natural, fue cuando el huracán Irma pasó por la Isla a principios de septiembre pasado.

Desde la carretera #2, que divide en dos partes el sector Mavito, se pueden apreciar los cables electricos rotos y los postes deteriorados. Por allí ha pasado personal de la Autoridad de Energía Electrica y han llegado las brigadas norteamericanas, pero cuando ven el trabajo que tienen de frente, se han marchado.

Así lo denunciaron residentes y líderes comunitarios, quienes ya no pueden tolerar más la situación.

'Hay una necesidad muy grande, tanto para los envejecientes como para los niños de la comunidad, pero tambien es un asunto de seguridad para los residentes y las personas que transitan por la carretera número dos. Energía Electrica se había comprometido que para el 18 de febrero iban a estar las brigadas trabajando aquí', sin embargo, no pasó nada, dijo Pedro López, uno de los líderes comunitarios y presidente de la Asociación Recreativa y Cívico-Cultural de la comunidad.

'Nos explican que hay una roblemática con unos transformadores por el área de la Virgencita, y que por el área de los mogotes era que nos van a energizar, pero aquí tan cerca como un semáforo más abajo hay luz que nos pudieran energizar, para por lo menos dar luz a este pedazo de la número dos. Aquí han habido accidentes con peatones, hubo un tiroteo y es peligroso para las personas', añadió el líder comunitario, quien tambien destacó que el Municipio de Dorado ha repartido suministros casa por casa, para aliviar un poco la situación.

Luis Alberto Malpica, residente del sector, dijo que la Autoridad de Energía Electrica los ha incluido en la lista del plan de trabajo, pero nunca ha llegado nadie.

'Lo poco que tengo ahorrado se me ha ido en gasolina con una planta pequeña que tuve que poner en casa', dijo frustrado.

'Tengo un hermano impedido y le teme a la oscuridad. Cuando llega la noche se pone ansioso. Tengo una planta pero hace unos días me cogió fuego y vivimos una situación muy difícil', comentó por su parte Elsie Morales.

Al borde de la carretera #2 está la escuela elemental e intermedia Teresa Prestamo Bermúdez, que resistió la amenaza del cierre de parte del Departamento de Educación, pero se muestra vulnerable ante la falta del servicio electrico al no poder proveer eficientemente los servicios educativos.

La facultad ha tenido que cambiar su horario para impartir clases de 7:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, porque despues de esa hora el calor se vuelve intolerable, y no cuentan con los recursos necesarios para avanzar academicamente, como computadoras e impresoras, para los 225 estudiantes del plantel.

Entre las gestiones que ha hecho la escuela, hubo la intención de colocar una planta electrica, para lo que personal de FEMA llegó hasta las instalaciones, sin embargo, no pasó nada más.

'Al principio la AEE nos decía que sus prioridades eran las escuelas públicas y los hospitales, esto es una escuela pública y seguimos sin luz. Hemos estado reunión tras reunión haciendo presión junto con el Alcalde para que se atienda este sector', dijo Carlos Alberto López, presidente de la legislatura municipal.

'El sistema academico se ha viso afectado. La AEE vino a este plantel para llevarse dos contadores, no nos dijeron más nada. FEMA hizo un estudio de carga para poner un generador y seis meses despues no están. Si las escuelas públicas iban a ser una prioridad, la pregunta es porque esta escuela todavía no cuenta con energía electrica', expuso.

'Tengo tres niños en esta escuela: uno en septimo grado, uno en quinto y otro en segundo. El de quinto grado es de educación especial, tiene problemas de aprendizaje, es lento aprendiendo, y todo se pone peor ahora porque con este horario, no le da tiempo terminar sus trabajos, por más que los maestros lo ayudan', dijo Ana Nieves a NotiCel.

Justo al cruzar la carretera #2, en la otra orilla de la vía, ubica un autobús escolar que sirve de local a Yaniel Barber Bus. Su dueño, Yaniel Vargas, contó que ha podido mantenerse en pie gracias a una planta electrica que le consume de 15 a 20 dólares diarios, y que se le ha dañado en tres ocasiones, por la frecuencia con la que la utiliza.

'El gasto de gasolina es algo que no estaba en agenda y todos los días hay que salir a buscarla. Más el aceite, la rotura, porque se le cambia aceite pero se ha abusado de ella. Al principio cerraba ante porque oscurecía temprano y no quería que oscureciera conmigo aquí', contó. 'Pense muchas cosas como todo el mundo, irme para afuera, pero no me quito, seguimos para adelante'.

Un poco más adelante, por una entrada que casi ni puede verse desde la carretera principal, está el sector El Abayarde, en donde vive Marifelix Ramos, una mujer que es ciega legal y que, sin importar su impedimento, se las ha arreglado para cuidar de su mamá María Esther Rivera, de 86 años.

Marifelix tambien cuidaba a su tía Herminia Rivera, de 84 años, hasta que una noche, en medio de la oscuridad, se levantó desorientada y se cayó. Desde entonces, su tía es atendida en un hogar del municipio, y no podrá volver a la casa hasta que haya servicio electrico, por instrucciones medicas.

'Mi hermana se cayó porque no había luz y decía: ¿por que tuvo que pasar esto? Se la tuvieron que llevar al hospital', dijo María Esther.

'Eso fue lo más difícil. Hubo que llevarla a sala de emergencia y no puede volver porque se desorienta y la oscuridad le da mucho miedo', dijo Marifelix.

La situación de Barrio Espinosa se repite en muchos sectores humildes de Puerto Rico en donde parecen levantarse cada mañana como si fuera el día siguiente al paso del huracán María. El ruido de las plantas continúa, hace mucho que no se sabe lo que es beber agua fría en ls casas, la ansiedad y la depresión es una amenaza constante, y la desesperanza parece cada día cobrar más fuerza.

María Esther Rivera, de 86 años.(Nahira Montcourt / NotiCel)

Foto:

María Esther Rivera, de 86 años.(Nahira Montcourt / NotiCel)

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María Esther Rivera, de 86 años.(Nahira Montcourt / NotiCel)

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María Esther Rivera, de 86 años.(Nahira Montcourt / NotiCel)

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María Esther Rivera, de 86 años.(Nahira Montcourt / NotiCel)

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María Esther Rivera, de 86 años.(Nahira Montcourt / NotiCel)

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María Esther Rivera, de 86 años.(Nahira Montcourt / NotiCel)

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María Esther Rivera, de 86 años.(Nahira Montcourt / NotiCel)

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María Esther Rivera, de 86 años.(Nahira Montcourt / NotiCel)

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María Esther Rivera, de 86 años.(Nahira Montcourt / NotiCel)

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