Las Fiestas de la Calle San Sebastián se continuarán celebrando, aunque con algunos cambios en logística que puedan ayudar a disminuir los incidentes y que sirvan para que todos puedan disfrutar tranquilamente.

La alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, reconoció que 'hay que repensar las fiestas y hacer cambios para que la experiencia sea positiva'.

'Nosotros no podemos controlar el número de personas que vienen aquí porque hacerlo sería convertir el Viejo San Juan en un área restrictiva y los espacios públicos son de la gente. Lo que sí podemos es tomar medidas en conjunto', adelantó el lunes Cruz sobre lo que se planifica para el próximo año.

Entonces, se prevé cerrar el tránsito a vehículos privados y permitir solo la entrada en transporte colectivo, que estará disponible para entrar hasta las 6:00 p.m. En esta ocasión, las personas podían llegar hasta dos horas antes de que culminara el espectáculo artístico y la espera por el regreso fue larga.

La planificación será para recibir 750,000 personas en el fin de semana, considerando que este año llegaron 500,000. 'Si recibimos menos, entonces vamos a ser extraordinariamente eficientes. Pero si recibimos esa cantidad vamos a ser eficientes', vislumbró la alcaldesa que apenas hoy lunes cumple una semana en la poltrona municipal.

La nueva meta requerirá la contratación de guaguas adicionales y volver a contar con los 'trolleys' de San Lorenzo, Cayey, Juncos, Caguas y Carolina.

'Vamos a tener que mirar esto como un plan del país'.

Ante la propuesta del representante Ángel Matos de ampliar el perímetro de las fiestas, Cruz recordó que esa fue precisamente la acción que se tomó este año.

'Ampliamos el perímetro, pensando que la gente se iba a mover de la San Sebastián a la Plaza de Armas y a la Plaza de las comunidades y lo que hizo que fue aumentó el número de gente que venía'.

Comoquiera, la ejecutiva capitalina consideró que 'no podemos minimizar el deseo que tenía la gente en Puerto Rico después de unas elecciones donde los espacios públicos han sido ocupados y las expresiones de la gente mermadas, mancilladas y restringidas. Esto fue como una fiesta de expresión del país'.

Así, tiene en mente hacer otros cambios, como ubicar la tarima principal en el Paseo de La Princesa y solicitar a las autoridades federales que permitan abrir el espacio de El Morro.