Fundamental los servicios de salud mental para los niños tras los desastres
Los desastres naturales pueden llegar a causar en los niños problemas de salud mental severos que duren años en arreglarse y consiguientemente afecten su vida en distintas facetas, principalmente en la escuela.
Según un informe llevado a cabo por el Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ), un 23% de los niños puertorriqueños sufría de ansiedad tras el paso del huracán María por la isla, y un 19% sufría de miedo.
Al regresar a sus cursos escolares, un 12% de los niños exhibió falta de concentración, lo cual afectó adversamente sus estudios.
'Estos problemas se exacerban si tenemos en cuenta que, según un análisis de los programas de salud mental del Grupo de Trabajo para Niños y Jóvenes de Puerto Rico (CYTF, por sus siglas en ingles), encontró que los servicios mentales para niños en las zonas montañosas y en la región oeste son limitados. Además, los programas existentes tienen poca capacidad para atender a toda la población que necesita servicios', se expone en el estudio.
Ante esto, el IDJ recomendó dos acciones para atender la salud mental de los niños tras un desastre:
Ampliar la disponibilidad de recursos de salud mental en las escuelas y otros ambientes educativos.
Según el IDJ, las escuelas del país deben aumentar la capacidad para abordar las necesidades continuas de salud mental de sus estudiantes.
'Una forma alternativa de aumentar estos recursos es proporcionar intervenciones en varios niveles', recomendó el informe.
A modo de ejemplo informaron de tres formas que los psicólogos escolares y trabajadores sociales pudiesen trabajar para atender a los varios niños en las instituciones educativas del país:
Realizar intervenciones de salud mental, pero dependiendo del nivel de intervención necesario, tambien podrían realizarlo estudiantes practicantes, paraprofesionales o líderes comunitarios capacitados con el apoyo de experto.
Todos los maestros y escuelas deben recibir capacitación en prácticas para lidiar con trauma psicológico y primeros auxilios de salud mental.
La filantropía, las universidades y las organizaciones sin fines de lucro podrían desempeñar un papel clave en el desarrollo y la capacitación de líderes comunitarios y en equipar a las escuelas con prácticas para lidiar con trauma psicológico.
El financiamiento para recursos adicionales podría provenir de fuentes federales y filantropía.
Brindar capacitación en primeros auxilios de salud mental para maestros, trabajadores sociales, padres y otros trabajadores de primera línea que atienden niños
El gobierno debe proveer a traves de su gamma de instituciones capacitación en primeros auxilios de salud mental para el personal de las instituciones educativas y otros programas.
'Los primeros auxilios de salud mental permitirían a las personas que trabajan con niños identificar rápidamente los signos de afecciones de salud mental y de ser necesario referir a los niños hacia los recursos adecuados', reiteró el documento.
Aumentar y proteger los fondos gubernamentales de salud mental para niños y jóvenes
La inversión gubernamental en la salud mental de los niños y sus familias ha disminuido en los últimos cinco años.
'Para el año fiscal 2018-2019, el presupuesto recomendado para estos programas representa el veintinueve por ciento (29%) menos que el presupuesto asignado durante el año fiscal 2013-2014 (- $ 28,171,000)', detalló el informe del IDJ.
Dada la importancia de estos servicios para niños, jóvenes y familias en Puerto Rico, especialmente despues de un desastre natural, deben asegurarse los recursos adecuados e invertirlos en programas basados en evidencia científica.
Para el IDJ, algunas formas ejemplares de aumentar estos fondos son:
La legislatura de Puerto Rico, el sector privado y el sector filantrópico deben garantizar que la salud mental de los niños y jóvenes se convierta en un área de financiación prioritaria.
Estos fondos deben aumentar la capacidad de los programas para atender a más niños y jóvenes, y brindar servicios a aquellas regiones de la isla que carecen de ellos, como el oeste de la isla y la región montañosa