Fuera de Uber chofer que negó viaje a residencial Ramos Antonini
Mario Suárez era un conductor de Uber con más de cuatro mil viajes realizados y un historial de satisfacción mayor de sus pasajeros de 4.95, recuerda. Rechazar un pasaje que lo haría violar uno de los requisitos de viaje de la aplicación y que conllevaba ingresar a un residencial donde no se sentía seguro lo llevó a quedarse sin su fuente de ingreso.
'Me desactivaron de la aplicación hace como tres semanas', cuenta a NotiCel vía telefónica. 'Yo rechace inicialmente ese viaje por seguridad, porque la muchacha tenía dos menores y no había 'car seat'. Pero para Uber, el cliente siempre es primero. No son sinceros cuando dicen que se preocupan por la seguridad de los choferes', asegura.
Mario se refiere al anuncio que realizó la empresa, en el que se daría la opción a los choferes de elegir su metodo de pago de preferencia sin que se expusieran a penalidades, sin embargo, en su caso no se trató de eso.
'Cuando llego a recogerla, le digo, de verdad que es que no te puedo llevar porque tienes dos nenas pequeñas y no hay 'car seat'. Las leyes en Puerto Rico son claras en cuanto al uso del 'car seat' y los menores. Despues le pregunte a dónde iba, porque si era cerca, pues me arriesgaba. Y me dijo que iba para Ramos Antonini, el mismo lugar en donde pasó la masacre hace unos días', detalla. 'Y de verdad, tuve que decirle que no, primero, por el 'car seat', y segundo, por mi seguridad', afirma.
No se trata de la primera vez que Mario debía entrar a un residencial público para dejar un pasajero. Rememora una experiencia muy desagradable despues de que un hombre armado se convirtiera en su pasajero. Debía llevarlo al residencial Virgilio Dávila en Bayamón. A su llegada, intentó dejarlo en la entrada, pero el hombre se negó. 'El tipo me dice, 'Papi, yo te voy a hablar claro, yo ando con dos palos en ese bulto y no puedo entrar caminando'. Tuve que entrar, y allá adentro, bajar los cristales para que otro tipo armado mirara adentro del carro, y me dieran permiso de entrar. Yo pense que no salía de ahí. Ni siquiera cobre el pasaje. Yo lo que quería era irme', reconoce.
El ahora exconductor de Uber dijo que, tras rechazar el pasaje de la mujer con las menores, reportó en la aplicación que lo había dejado por falta de 'car seat', que es una de las opciones que se da. Sin embargo, al parecer, la mujer lo denunció por discriminar, por lo que fue sacado.
'Yo tenía más de 4,000 viajes y tenía 4.95. Todos los pasajeros hablando muy bien de mí. Los turistas diciendo que se sentían muy seguros y cómodos conmigo. Y pasa esto. Pero es que para Uber, es lo que diga el pasajero. Ellos son primero', denuncia.
Según supo este diario, en algunos residenciales hay un protocolo específico para permitir la entrada a los choferes de Uber. Mario, sin embargo, desconoce ya que los que llegó a visitar tuvo entrada por cuenta propia y no hubo protocolo alguno.
NotiCel intentó obtener una reacción de parte de los directivos de Uber, pero no respondieron al momento de esta publicación.
Residencial Ernesto Ramos Antonino en Río Piedras. (NahiraMontcourt/ NotiCel)