Si fuesemos a analizar el dramático triunfo del Equipo Nacional de Puerto Rico que lo catapultó durante la madrugada del martes a disputar su segunda final consecutiva en el Clásico Mundial de Beisbol (WBC, por sus siglas en ingles), pensaríamos que hasta el momento ha sido el encuentro más reñido y surrealista del torneo.

Y no es para menos. 'Los Rubios' demostraron a lo largo de su participación en las primeras dos rondas, tener el poderío con el madero, excelente ejecución sobre el montículo y la defensa. Sin embargo, en la victoria 4-3 sobre Holanda, el juego implementado por el piloto de la nave boricua, Edwin Rodríguez, fue el famoso 'juego pequeño'.

Revivimos los momentos claves en la victoria de los boricuas:

La astucia del Capitán, Yadier Molina, pareció haber salvado a los boricuas de un ramillete de carreras tan pronto comenzó el juego. Molina tiró hasta la segunda dando comienzo al asecho de Andrelton Simmons, quien se disponía moverse hasta la tercera base, donde eventualmente fue puesto fuera.

Molina recibió el tiro del patrullero de la derecha, Eddie Rosario, tras el sencillo de Jurickson Profar. El holandés regresaba a la inicial celebrando su imparable, dándole la oportunidad a que Molina tirara,sacando al segundo hombre de la entrada.

Los maderos de 'Los Nuestros' le respondieron al cuadrangular de Wladimir Balentien, quien lo conectó en la parte alta del primero episodio y que le dio la delantera inmediata 2-0. El juvenil, Carlos Correa, ripostó con un jonrón empatando las hostilidades en la parte baja de los boricuas y una entrada después, T.J. Rivera, quebró el empate con otro cuadrangular adicional.

Durante el cuarto acto, Javier Báez se deslizó en tercera buscando llegar a salvo en el robo. El árbitro de la antesala, Eric Cooper, cantó el ‘out', por lo que el bayamonés le pidió al banco boricua que solicitaran la revisión y así, la decisión del árbitro fue revertida tras ver la repetición de la jugada.

El enfrentamiento entre el cerrador boricua, Edwin 'Sugar'Díaz y el bateador Balentien le echó el pique al juego en las entradas extras. El desafío contó con gallardía de ambos, pero Díaz logró poncharlo después de un lanzamiento que fue cerca de la cabeza de Balentien y que posiblemente iba a más de 95mph. Fue la primera vez en todo el partido en que Balentien regresaba al dogout desde la caja de bateo sin éxito con el bate.

La defensa fue la clave en las últimas entradas. El cuadro interior de Puerto Rico logró ejecutar un total de cuatro dobles matanzas en los últimos cinco episodios del desafío. Una de las denominadas 'salvadoras' en el argot deportivo se suscitó cuando Holanda contó con los dos corredores en segunda y primera almohadilla abriendo la altura de la undécima entrada, gracias a las reglas de la Federación Internacional de Béisbol.

Uno de los turnos decisivos del juego fue cuando Molina regresó al cajón de los bateadores con dos en circulación en la parte baja de la entrada 11 gracias a lacontrovertible reglamentación. Ahí, la situación ameritaba un toque de sacrificio para adelantar la carrera de la victoria hasta la tercera base, algo que Yadier no pudo ejecutar en la octava entrada. En esta ocasión, el doradeño lo logró, y tras el boleto gratis intencional a Báez, Eddie Rosario selló el triunfo en el segundo turno más importante del juego con elevado de sacrificio al central.