No lo digo yo
El celebrado dirigente de baloncesto Rick Pitino, uno de los más exitosos en la historia e hípico fervoroso desde antes de ser el entrenador del equipo de la Universidad de Louisville comentando a un periodista del Business Review que uno de los cambios que tiene que hacer la industria hípica es reducir el número de tardes de carreras para poder aumentar la base de fanáticos.
'El Hipismo está sobresaturado, a menos que las pistas reduzcan sus tardes hípicas a tres días a la semana, con programas llenos de participantes, mucha gente va a seguir sufriendo mucho daño según pase el tiempo', manifestó el entrenador mientras servía de anfitrión en un torneo de Golf en Saratoga esta semana.
El Football se juega una vez a la semana, NASCAR corre una vez a la semana y cada día son más populares', comentó el coach de baloncesto que se ha unido al reclamo de los que entienden que el Hipismo no se puede sostener celebrando tantos días de carrera a la semana.
Y no es de baloncesto de lo que habla.
Pitino ha estado involucrado en el deporte por muchos años, siendo propietario de caballos de la clase de Goldencents, Halory Hunter y A P Valentine, los tres ganadores Grado 1.
Llevo años predicando en oídos sordos que se deben reducir los días de carrera en Puerto Rico y cada vez que lo propongo a las personas que pienso pueden tener algún poder de poner en práctica una reducción de tardes de carrera esgriman excusas como 'es que los dueños de caballo se oponen… mira muchacho tu crees que los entrenadores o los jinetes van a entrar por eso?'.
Cada día que pasa, sin tomar en cuenta la tasa inflacionaria, que en Puerto Rico es una 'estrepitosamente' alta, el nivel de las apuestas continúa un continuo descenso.
Espero que a nadie se le ocurra pensar que los causantes de ese bajón de jugadas son los hípicos.
Existe una realidad estadística que nadie puede rebatir: cada día que pasa se mueren 10 hípicos y dudo mucho que surjan 10 nuevos adeptos al deporte al mes.
El ejemplo más grande es que cada año que pasa se han ido criando menos productos del país, teniendo que depender de la importación de caballos de pobrísima calidad (en general) para llenar los programas y tratar de mantenerlos atractivos para el jugador.
Yo estoy convencido, y de dirigente de baloncesto tengo lo que muchos de nosotros tienen de físicos nucleares, que si no se reducen los días de carrera con prontitud, la misma economía va a forzar a los dirigentes del deporte ha implementar esas medidas.
No hay peor sordo que el que no quiere oír.
Por mi parte, hasta que me llamen a presenciar carreras en 'Celestial Downs', seguiré haciéndome eco de los que aman el deporte y no tienen reparos en cantar al pan, pan y al vino, vino.
Salud a todos.
Si desea leer los comentarios de Pitino pueden referirse al The Business Review.