Sadam Ali, el nuevo campeón mundial junior mediano (154 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), dejó al mundo boxístico atónito tras su triunfo el pasado sábado ante el puertorriqueño Miguel Cotto.

Las críticas para este combate no se hicieron esperar. Muchos consideran que Ali no estaba a la altura de Cotto para un combate de esta magnitud y mucho menos en el Madison Square Garden en la Ciudad de Nueva York, donde el cagüeño tenía marca de 8-1, 5 KO, hasta el 2 de diciembre.

Estropeando el retiro de Cotto, que terminó con marca de 41-6, 33 KO en una carrera de 16 años, Ali catapultó su carrera nuevamente con el triunfo subestimado por muchos.

'Asombre el mundo. Hice lo que tenía que hacer. Quiero agradecer a toda la fanaticada y a los medios, más allá de los medios, a quienes no creyeron en mí', dijo Ali en la conferencia de prensa realizada luego del combate.

Ali se encargó de propinarle a Cotto la segunda derrota de su carrera en el Garden. Austin Trout hizo lo propio en 2012. Ahora, estará en los libros de la historia como el último boxeador en compartir un cuadrilátero con Cotto, así como el responsable de ganarle la faja mundial.

'Estoy bendecido y agradecido. Esto va a la historia. Estoy contento y feliz. Voy a recordarlo por el resto de mi vida', indicó Ali a preguntas de este medio.

'Cuando nosotros estábamos entrando a esta pelea todo pensaron que Sadam no podía ganar. Nosotros vinimos a esta pelea subestimados y nos vamos como campeón. Denle el credito que se merece', enfatizó su entrenador, Andre Rozier.

El boxeador confesó que desconoce sus próximos planes. 'No tengo a quien retar. Para ser honesto, que me reten a mí. Le restarán credito a mi victoria, probablemente dirán que Cotto estaba de salida. Esos es lo que harán, no tengo a nadie a quien retar'.