Pasadas las 2:00 p.m. del lunes 13 de marzo y en el Club Diamante en Trujillo Alto reinaba un poco el silencio. El lugar no acogía a una cantidad significante de periodistas buscando la noticia sobre el 'Diamante', que allí ha sudado a lo largo de su trayectoria.

A excepción de un medio nacional, los presentes eran suficiente para una velada de entrenamiento de cara a un importante encuentro, aunque no hay campeonato en juego. Allí solo estaba Felix Verdejo, su entrenador, Ricky Márquez y su mascota Django, el perro de raza pastor belga que lucía como guardián postrado a la entrada del gimnasio.

El ambiente no era raro para los protagonistas. Las circunstancias ante todo lo que ha sucedido en los pasados años, así lo requerían. Un campamento concentrado con un solo fin: demostrar que el 'Diamante' brillará nuevamente.

'Esto fue lo que quisimos. Precisamente eso fue lo que pedimos. Ese espacio a las personas de los medios y ellos entendieron. Nos han dado el espacio', recapituló Márquez.

Y con esto, los resultados se han visto. El 'Team Diamante' está listo para que suene la campana en la Ciudad de Nueva York.

'Está muy bien, está listo. Creo que ha hecho una preparación bien seria, consciente de que esta pelea representa mucho para el. Así lo ha visto y así ha hecho el trabajo. Creo que su dedicación y empeño se va a ver el sábado', acotó el entrenador mientras Verdejo continuaba su rutina de abdominales en una esquina del gimnasio.

La tarea de Verdejo (23-0, 15 KO) no será fácil. Subirá a escena por primera vez en más de un año luego de su último combate. Se medirá ante el mexicano, Antonio Lozada, Jr. en el Teatro del Madison Square Garden. Su record, con 38-2, resalta la cantidad de 32 púgiles que no han logrado ir a la distancia frente al mexicano.

Pero, este será el primer escalón que Verdejo y Márquez buscarán escalar en la búsqueda de la oportunidad titular que a pasos se desvaneció. 'Esta pelea es el nuevo comienzo, la oportunidad de demostrar sus quilates y en sus manos está', puntualizó Márquez.