Cerveceras artesanales le temen a Trump
La popularidad de las cervezas artesanales ha crecido en los últimos años; no obstante una multitud de retos han comenzado a reducir los ingresos de la industria.
Su nuevo reto es la tarifa del 10% en el aluminio propuesta por el presidente Donald Trump, que incrementaría el precio de las latas de cervezas.
Según los desarrolladores de estas cervezas, la medida va a herir un negocio nicho que ha creado miles de empleos.
'Definitivamente pone una tensión en el negocio', explicó Chad Melis, director de mercadeo en Oskar Blues, una cervecera en Colorado que tambien opera en Carolina del Norte y Texas. 'Afectará nuestra habilidad de crecimiento y creación de empleos e inversión en nuestras comunidades'.
Cuando Melis comenzó en la cervecera hace 10 años, empleaban a 5 personas. Hoy en día emplean a 285. A traves del país, 69,000 personas trabajan en cerveceras que venden cervezas en latas desde el año pasado, un incremente de los 27,000 reportados una decada anterior, según estadísticas del departamento del Trabajo.
Todas las cerveceras artesanales contribuyeron unos $68 billones a la economía de los Estados Unidos en el 2016, según Bart Watson, economista principal de la Asociación de Cerveceros, un grupo industrial. Ese año se reportaron unas 5,300 cerveceras, un alza de los 1,500 en 2006.
Los cerveceros dicen que las tarifas llegaron en el peor de los tiempos.
La competencia se encuentra erguida, dificultando el alza a los precios. El crecimiento de las ventas ha disminuido. El costo del lúpulo ha incrementado como resultado del boom de las cervezas y la oferta limitada.
Y grandes marcas de cervezas, tales como Budweiser, están recogiendo cerveceras artesanales. Con más poder adquisitivo, las compañías compradas por Budweiser, pueden fácilmente guarecer el golpe de la tarifa de Trump y mantener precios bajos para sus clientes.
La tarifa del aluminio es devastadora para la cervecera de Melis. Oskar Blues enlata un 65% a 70% de los 200,000 barriles que destilan cada año. Un barril es más o menos del tamaño de dos barriletes tradicionales. La empresa estima que la tarifa le costará a su negocio unos $400,000 más por año.
El secretario de comercio, Wilbur Ross, argumentó que la tarifa no incrementará por mucho los precios a los Consumidores, añadiendo que 'no es la gran cosa'. Para Melis, el incremento es igual a casi 1% de sus ingresos cada año, pero dice que será difícil trabajar el incremento en los costos de producción mientras incremente la competencia.
'Es una cantidad significativa', afirmó Melis, quien tambien vende barriletes a barras y en su cervecera. El empresario dice que no incrementará los precios a sus clientes, pero alega que 'es un momento difícil para incrementar el costo de los bienes'.
Las latas de cervezas han sobrepasado las botellas en los últimos años. Los cerveceros las prefieren porque son más baratas y más fáciles de reciclar, además de que los camiones pueden cargar más latas que botellas. Las latas tambien se han convertido en un canvas para diseños estrambóticos, pues proveen más espacio que los identificadores de botellas.
Para Bronx Brewery, las latas conforman la mitad de los costos de empaque de la compañía. Una tarifa adicional de 10% no ayudaría a la joven cervecera, que solo vende latas según su fundador, Damian Brown.
Él y sus amigos comenzaron Bronx Brewery en el 2011. Hoy tiene un total de 17 empleados full time y varios a tiempo parcial, además de una cervecera de 10,000 pies cuadrados.
Brown no tiene planes inmediatos de aumentar sus precios o de despedir a sus empleados, pero si los costos continúan, 'eventualmente, todo se traduce a número de cabezas'.
El empresario de 37 años se encuentra particularmente molesto por el racional de Trump detrás de la tarifa. El presidente dice que el aluminio importado de otros países, algunos que están acostumbrados a crear latas de cervezas, es un riesgo a la seguridad nacional de los Estados Unidos.
'Es cómico', dice Brown, quien añade que el incremento en los costos es significativo. 'Es difícil defender que una resma de aluminio para hacer bebidas en lata es en alguna manera, o forma un riesgo a la seguridad nacional'.
Las tarifas tambien serían un gran golpe a Fullsteam Brewery en Durham, Carolina del Norte. Su gancho con los clientes es que sus cervezas están destiladas con ingredientes norcarolinenses, desde la cebada, el 'spicebush' al 'goldenrod'. No son baratos, ni tampoco el mortero que convierte la cebada cruda en ingrediente de cerveza.
El fundador de Fullsteam, Sean Wilson, dice que la tarifa sería un alza significativa en los costos de su cervecera, que emplea a 26 empleados a tiempo complete y a casi la misma cantidad a tiempo parcial.
Al momento, Wilson no tiene planes de despedir a sus empleados. Si el aluminio se vuelve más caro, intentará atraer a más clientes a la barra de la cervecera para gastar menos en las latas.
Pero si los precios suben por mucho, dice que tendrá que considerar las cesantías en algún momento. Empleados de Fullsteam ganan unos $14 la hora, que es más del salario necesario para vivir en el estado ($11).
Según Wilson, la tarifa lo obligaría a considerar comprar granos de las fincas más industriales, en vez de las fincas de ancianos en Carolina del Norte.
La tarifa atacaría 'su razón de ser… es preocupante y gravoso', dice Wilson. 'Me preocupa nuestra habilidad de apoyar a los granjeros locales'.