El boricua Andrés Torres, integrante importante del campeonato ganado por San Francisco el año pasado, evitó ir a audiencia de agencia libre

Parece que aquella docena de años en Triple A ya quedaron en el pasado para Andrés Torres.

El bosque central de Gigantes de San Francisco volverá a ser patrullado este año por Torres, un joven veterano del béisbol organizado que el año pasado finalmente recibió la oportunidad de brillar.

El puertorriqueño, jugador clave del campeonato mundial ganado por los Gigantes el año pasado, evitó ir a vista de arbitraje salarial y transó por un año y $2.2 millones. Se estima que las bonificaciones por desempeño del contrato también podrían ascender a los $100 mil.

De esta forma, San Francisco puede respirar en paz en ruta a los entrenamientos primaverales, pues Torres era el único jugador del núcleo campeonil que faltaba por firmar. En su primera campaña entera el año pasado, el puertorriqueño bateó .268, con 16 jonrones y 63 remolques y le arrebató la posición en el jardín central al Aaron Rowand. San Francisco se negó a debatir su valor y firmaron a Torres, apenas días después de estampar las rúbricas de otro candidato a arbitraje salarial, su compatriota Johnathan Sánchez, posiblemente el mejor lanzador boricua de la actualidad. Además, se anunciaron las firmas de los relevistas Santiago Casilla, Javier López y Ramón Ramirez, y del guardabosque Cody Ross.

Los Gigantes conocen bien del corazón y la fortaleza intestinal de Torres. Durante las postrimerías de la temporada regular, Torres se recuperó en tiempo récord de una apendicitis y en la postemporada sorprendió a todos. En 15 juegos de 'playoffs', Torres bateó .276, con tres remolcadas, un cuadrangular, cuatro dobles y dos estafas. En su premiación anual, los Gigantes galardonaron a Torres con el premio Willie Mac, otorgado al jugador de los Gigantes que más inspira dentro y fuera del terreno.