Análisis: El futuro del boxeo se deletrea W-A-R-D
Andre Ward le dio una lección de boxeo anoche al Alemán Arthur Abraham. En los pesos super medianos, y sabrá Dios si más allá, la nueva sensación californiana luce muy difícil de derrotar.
Anoche continuó la acción del aclamado, aunque bastante accidentado, torneo Super Six con el enfrentamiento de fase semi final entre el californiano Andre Ward (24-0, 13 ko's ) y el alemán Arthur Abraham (32-3, 26 ko's). Dicho torneo en la categoría de los Súper Medianos (168 lbs.) ha sufrido varios cambios entre sus participantes teniendo que haberse retirado Mikkel Kessler, Jermaine Taylor y Andre Dirrell por diferentes lesiones.
No hubo sorpresas. La pelea siguió el libreto que la mayoría de los analistas habían trazado, con un Ward que poco a poco fue estableciendo su ritmo hasta que marcó la pauta en que se iba a pelear hasta el campanazo final. Aunque comenzó cauteloso, de hecho, perdió dos de los primeros tres asaltos en mi tarjeta, ya para el cuarto giro era evidente que Ward estaba al timón, cambiando su guardia de zurda a derecha sin ningún problema y con desplazamientos laterales que cada vez incomodaban más al alemán, quien parecía un robot desesperado persiguiéndolo por todo el cuadrilátero.
Abraham quería convertir la pelea en una de calle tal vez viendo que esa era su única oportunidad, recurriendo a golpes sucios, agarres y demás artimañas boxísticas. Pero Ward en todo momento encontró respuesta y le robó el ataque, además de que demostró que sus habilidades defensivas ahora mismo están a otro nivel. El resultado fue una cómoda decisión unánime que lo lleva a la final del toneo con tarjetas oficiales de 118-110, 118-111 y 120-108. Noticel la contabilizó 117-111.
Ahora resta esperar por la anticipada pelea entre el jamaiquino Glen Johnson y el inglés Carl Froch para saber quién se medirá Ward en la final.
Déjenme decirles que este muchacho de Oakland luce como el 'real deal' y una futura cara para el boxeo. En esta pelea logró desplegar todas sus habilidades excelentemente. Su contragolpeo estuvo ahí, mostró la maña de un veterano y su ataque, más variado no pudo ser. Pero lo que más me impresionó fue su defensa y su habilidad de adaptarse durante la pelea a todo lo que le traiga su oponente. Ward prácticamente anuló al alemán por 9 asaltos de una manera en que me hizo recordar la pelea entre Mayweather y Mosley, en la que, después de conectar sólidamente en el segundo asalto, Mosley fue ridiculizado por las habilidades de Mayweather.
Va a ser difícil ganárselo. Además de ser atlético, rápido y joven, tiene un IQ de boxeo altísimo. Su ascenso entre los mejores libra por libra del mundo tiene que venir porque es impresionante la manera en que dispone de sus rivales haciéndolo ver tan fácil, en una disciplina tan compleja y demandante como lo es el boxeo.
En cambio Abraham está leído. Aunque todavía quedan nombres para hacer ruido en esa división, su forma de pelear es siempre la misma y no es muy difícil descifrarlo. Posee una derecha devastadora pero es de los que te avisa tres días antes que la va a tirar. No es sorpresa que de sus últimas cuatro peleas haya perdido tres por una abrumadora ventaja en puntos. Su única victoria: un KO en dos asaltos sobre Stjepan Bozic.