Testifica policía en juicio asesinato de voleibolistas
El oficial Kevin Rivera dijo que cuando puso la mano en el bonete de un Nissan Máxima gris, 'como que escondido', estacionado en una casa de la Urbanización Las Lomas, 'se sentía caliente', como si se hubiese apagado recientemente.
'Y había un fuerte olor a freno', dijo el agente que testificó en la tarde de hoy martes en el juicio en contra de Ebed Cadmiel Villaronga, el único acusado en el asesinato a tiros de dos voleibolistas en Guaynabo.
Rivera fue uno de dos policías municipales que testificaron ante los fiscales Jan Mangual y Marie Crhistine Amy, en el Tribunal de Bayamón esta tarde. Tras el asesinato de los voleibolistas, Wilfredo Sevilla Alsina y Walter Andrés Quiles Rodríguez, él fue uno de los oficiales del orden público que estaba en la calle.
Según Rivera, a la patrulla en la que él andaba junto a su compañero Edward Rivera ya se le había avisado del crimen y del sospechoso del Nissan Máxima gris, cuando detuvieron a un Lexus que vieron yéndose en contra del tránsito en la marginal frente al Residencial Villa España. La fechoría, dijo Rivera, la vieron desde el semáforo frente al caserío, y se les fueron detrás, pero cuando llegaron a la urbanización Las Lomas, el auto se les perdió.
Cuando están saliendo de la urbanización ven al Lexus, cuyo color quedó inconcluso al encontrarse las versiones de los testigos, dando reversa 'en brusca forma', según Rivera. El oficial del Municipio de Guaynabo indicó que esperaron que el auto saliera a la Avenida Piñero, pues ese territorio le pertenece municipalmente a San Juan. Mientras, llamó refuerzos, que se unieron a la pesquisa en la Avenida Piñero.
El agente Rivera indicó que el auto que se detuvo fue inspeccionado por la unidad canina policiaca y que 'no se encontró nada'. Una de las personas que vió bajarse del Lexus durante esa intervención fue el acusado, Cadmiel Villaronga, dijo el agente.
Luego, regresó a Las Lomas para señalarle a otro oficial de la jurisdicción de San Juan dónde fue que vió el Lexus al garete. Fue estando allí que se dió cuenta de un Nissan Máxima gris 'estacionado en reversa' en una casa abandonada, 'medio escondido'.
El agente coincidió con Fiscalía, frente al jurado, en que la tablilla en unas fotos presentadas eran las mismas que él vió. Incluso, señaló a Cadmiel Villaronga en sala como uno de los muchachos que vió bajarse del Lexus que salió de Las Lomas minutos antes de ver el misterioso Nissam Máxima en Las Lomas, cuya tablilla pareaba con el previo aviso policíaco. 'Está más flaco', dijo el agente sobre el acusado, y 'su pelo no es el mismo', pues para ese entónces, tenía un recorte pegado, 'como yo'.
El jurado deberá seguir atendiendo a fondo esta saga mañana miércoles desde las 9:00 en la Sala 602 del Tribunal de Bayamón, según estipulase el juez Nelson Canabal Pérez anteriormente.