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Cuadradas las dos semifinales masculinas en el Abierto de Francia

El español Carlos Alcaraz y el italiano Lorenzo Musetti se medirán en una, mientras que Jannik Sinner irá contra Novak Djokovic en la otra.

Carlos Alcaraz disputará su tercera semifinal consecutiva en Roland Garros.
Foto: MOHAMMED BADRA

Los dos mejores tenistas del año sobre arcilla, el español Carlos Alcaraz y el italiano Lorenzo Musetti, se medirán en una de las dos semifinales de Roland Garros, mientras que la otra enfrentará al italiano Jannik Sinner, quien busca su primera final, y el serbio Novak Djokovic, en pos de un vigésimo quinto grande que le sitúe en solitario en la cima del tenis.

Tras una temporada sin títulos, Djokovic se reencontró con la victoria en Ginebra, unos días antes del inicio de Roland Garros, y en la capital francesa ha ido recuperando su versión más competitiva, que tuvo su cénit en el duelo de cuartos contra el alemán Alexander Zverev, tercero en el mundo.

Ahí demostró que, a sus 38 años, todavía puede tener un nivel muy elevado de juego, que a cinco sets resulta difícil superar su capacidad de presión constante durante horas, que pocos han podido superar en la Philippe Chatrier. El último en hacerlo fue Rafa Nadal en 2022, en un partido que marcó la leyenda del torneo.

Luego se alzó con el trofeo y el año pasado tuvo que retirarse por una lesión que no le impidió, unos meses más tarde, regresar al mismo escenario para colgarse su primer oro olímpico.

A ese Djokovic recordó el que se impuso a Zverev y como una seria amenaza afronta al primero, que parece haber dado carpetazo a los tres meses ausente de las pistas por una sanción por dopaje y que ha mejorado su prestación sobre tierra batida, para plantarse en el penúltimo escalón habiendo dejado escapar solo 38 juegos.

Asusta Sinner, aunque al italiano le falte todavía licenciarse en esta pista, donde nunca ha superado las semifinales y donde este año no ha tenido rivales que examinen sus máximos.

A prueba de toda duda está su rendimiento en Grand Slam, donde encadena ya 26 triunfos consecutivos, tras ganar el Abierto de Estados Unidos del año pasado y el de Australia de esta temporada, un año en el que solo ha perdido un partido, la final de Roma contra Alcaraz.

El transalpino, además, ha ganado los tres últimos duelos al serbio, dos de ellos el año pasado, incluida la semifinal de Australia y tiene la oportunidad de poner a su favor el balance personal empatado ahora a cuatro.

Por el otro lado, el torneo vivirá un duelo de terrícolas, los dos que más partidos han ganado sobre esa superficie, 19 triunfos para Musetti, 20 para Alcaraz, incluidos dos contra el italiano.

El defensor del título se impuso en la final de Montecarlo y en la semifinal de Roma y busca ampliar su serie de cinco triunfos contra el italiano, sobre el papel el finalista de menos pedigrí, pero que ha mostrado un elevado nivel sobre arcilla.

En Mónaco arrancó un set al español, el único desde su victoria en el primer enfrentamiento entre ambos, en la final de Hamburgo de 2022.

Alcaraz, que persigue su quinto Grand Slam y convertirse en el primero que renueva el título desde Nadal, ha dibujado una trayectoria ascendente y firmó un duelo de altos vuelos en cuartos contra el estadounidense Tommy Paul, que calmó algunas inquietudes generadas por los tres sets que perdió en sus tres anteriores duelo.

Tanto él como su entrenador, Juan Carlos Ferrero, han enviado mensajes de confianza y han puesto de manifiesto que si es capaz de dar su máximo nivel pocos pueden derrotarle.

Esta temporada, en la que ha sumado 35 victorias y tres torneos, solo el danés Holger Rune le ha batido en arcilla, en la final de Barcelona, pero con el español visiblemente lesionado, lo que le impidió acudir a Madrid.

A sus 22 años, Alcaraz disputará su tercera semifinal consecutiva en Roland Garros, terreno donde además conquistó la plata olímpica en sus primeros Juegos.

Musetti sabe que no parte como favorito, pero el último representante del revés a una mano en el torneo, octavo del ránking, tiene sus opciones. Él también subió al podio de los Juegos de París con el bronce al cuello.

A sus primeras semifinales en París, las segundas en Grand Slam, el tenista de 23 años ha llegado batallando, con set perdido en sus dos últimos duelos, pero dejando una buena sensación de control. Su buena temporada sobre tierra le han dado confianza.

Es uno de los exponentes del buen momento del tenis italiano, que no contaba con dos nombres entre los cuatro últimos de Roland Garros desde 1960.