Hace un año: Puerto Rico volvió a creer en los 12 Magníficos
La Selección Nacional masculina de baloncesto aseguró una presencia olímpica por primera vez desde Atenas 2004.
Parece ayer cuando Puerto Rico vivió uno de los momentos deportivos más emotivos de las historia reciente: el regreso de los 12 Magníficos a unos Juegos Olímpicos después de dos décadas de ausencia.
Hace un año el equipo nacional masculino de baloncesto ponchó el boleto para asistir a París, marcando el cierre dorado de la delegación boricua y encendiendo la esperanza y el orgullo de toda una nación que vibró con cada asistencia, cada canasto y cada segundo de los juegos en el Coliseo José Miguel Agrelot.
Aquella noche mágica del 7 de julio de 2024, ante los miles de fanáticos que coreaban con el corazón en la garganta, Puerto Rico venció 79-68 a Lituania y aseguró la presencia olímpica por primera vez desde Atenas 2004.
No fue solo una victoria deportiva, fue una celebración de identidad, orgullo y amor patrio. Fue revivir la mística de nombres como Arroyo, Barea, Ayuso y Piculín, entre otros, además de apreciar a una nueva generación escribir su propia historia.
Aunque en París el equipo no logró avanzar a los cuartos de final, cerrando la fase de grupos con una derrota ante Estados Unidos 104-83, el desempeño de figuras como Ysmael “El Cubanazo” Romero, José Alvarado y George Conditt IV quedó grabado en el corazón del pueblo.
Quizás no hubo medalla, pero sí gloria. No hubo podio, pero sí ovaciones y, sobre todo, hubo un reencuentro entre un equipo y el respaldo de un país entero.
París 2024 fue la décima participación olímpica del baloncesto masculino boricua y, por primera vez, coincidió con la clasificación de la selección femenina, haciendo historia al representar ambos equipos al país en una misma edición desde 1948.
Aquel verano del 2024 fue más que una competencia: fue una fiesta de país, un recuerdo imborrable y un sueño cumplido que todavía hoy le provoca una sonrisa y orgullo a los verdaderos fanáticos del deporte boricua.