JJ con Harlem Shake pa' Allen: 'Yo no lloro' (vídeos)
Bendito, Ray Allen, usted es un veterano y eso fue sólo 'un empujoncito'. No había que hacer tanto 'show'. 'A mí me dan mucho más duro que eso todas las noches. Y yo no me levanto llorando, ni me da por pelear', dijo el mayagüezano Jose Juan Barea luego de ser expulsado en la noche del lunes al cantársele una falta intencional Tipo 2 durante el duelo entre sus Timberwolves y los Heat de Allen y LeBron James.
'Bynum por poco me noquea por el resto de mi vida. No me levante llorando. Yo no lloro. Fue solo un empujoncito. Es parte del juego, no hay que ser así', agregó Barea en la conversación que sostuvo con el periodista Jerry Zgoda, del Minnesota Star-Tribune, luego de que Minnesota cayera ante Miami, 97-81.
Barea fue expulsado con 8:09 por jugarse en el partido cuando se le cantó una falta personal intencional tipo 2 contra el veterano escolta Allen. La jugada ha recibido ctíticas en el mundo del baloncesto, tanto a favor como en contra.
De hecho, el boricua predijo que tras chequear el video, los funcionarios de la NBA bajarían su falta a una Tipo 1. En la tarde de hoy, martes, el escritor de Prensa Asociada, John Krawczynski , posteó en su cuenta de Twitter que la NBA volvió a clasificar la falta que se le canto a Barea como una Tipo 1.
Barea, además, le dijo dos ó tres saliendo a Allen, según se puede ver a continuación.
Eran pocos los que estaban contentos con el aparente ‘show' que expuso Allen. 'Sólamente tengo una cuestión para la Liga', dijo el dirigente de los Timberwolves, Rick Adelman, a quien le pitaron una técnica. 'Porqué eso es una falta intencional Tipo 2 esta noche y la otra noche, cuando Jarrett Jack le dio a Greg Stiesma en el estómago con el antebrazo, eso fue una tipo 1? Quisiera saber la diferencia. Eso fue lo que cambió todo el partido en la noche de hoy', agregó Adelman luego del juego.
Mientas, Allen se expresó también sobre el incidente, según reportó el South Florida Sun-Sentinel.
'Con eso no me vas a asustar. No vas a permitir que baje el nivel de juego', explicó.
Al fin y al cabo, todo esta controversia se canalizó en lo que ha sido la fiebre del momento: El infame Harlem Shake. Lo más chistoso es que el que pagó los platos rotos no fue Allen, si no el número 6, LeBron James.