Cámara federal aprueba ley y evita crisis
A horas de que venza el término para la suspensión de pagos, la Cámara de Representantes de EEUU ha aprobado con amplio margen la ley que eleva el límite de le deuda del país y evita así la debacle económica.
En la votación que resultó 269 a 161 participó por primera vez tras su ataque la congresista demócrata Gabrielle Giffords.
La medida aún debe de ser avalada por el Senado donde no se esperan mayores contratiempos.
De esta manera, Estados Unidos supera una de las más graves crisis políticas recientes que ha herido a políticos de ambos bandos y minado el liderato del presidente Barack Obama.
La ciudadanía completa estadounidense estuvo hoy a la espera del resultado de la votación sobre el acuerdo alcanzado el domingo por el Presidente y los líderes congresionales. La decisión que evita la cesación de pagos que comenzaba mañana.
Luego de varias semanas de debates en el Congreso norteamericano, el pacto al que han llegado demócratas y republicanos es el de recortar $3 billones en gastos (trillions en inglés) y, por el momento, no aumentar los impuestos a los ricos.
Aunque aún no se conocen los detalles de los términos, se sabe que en la primera fase los recortes seran de $1 billón y no afectaran a los programas sociales, que no aplicarán aumentos de impuestos y que la extensión de la deuda se hará de forma automática hasta el 2013 pasadas las elecciones presidenciales.
En el balance los republicanos parecen haber cargado con la mejor parte ya que lograron que no se aumente el límite del déficit sin que ello esté atado a igual cantidad de recortes. Las reducciones del gasto serán significativamente mayores que las que proponían los demócratas, llegando a $3 billones en 10 años y afectarán en una segunada fase a los programas sociales, incluyendo los de salud, impedidos físicos y para familias con escasos recursos.
Los $2 billones de la segunda etapa serían decididos por una comisión bipartita que se activara de inmediato.
Mañana martes 2 de agosto se cumple el plazo para elevar el techo de la deuda fijado por el Departamento del Tesoro, que ha advertido que el Gobierno se quedaría sin fondos suficientes para hacer frente a todas sus obligaciones de no haber acuerdo.