Fortuna reina en el Sur
Tenemos la buena Fortuna, una Estación Experimental en Juana Díaz, que sirve de modelo para agricultores y otras estaciones experimentales de la red del Colegio de Ciencias Agrícolas, por su visión de sustentabilidad, que va más allá del ahorro de energía, porque incluye el factor humano como parte esencial de su labor.
Fortuna, tranquila y señora, tiene en sus suelos una importante colección de mangos, de todas las variedades habidas y por haber, además de otros frutales de importancia económica como guayabas, limas, quenepas, carámbolas, que entre las brisas del mar y del monte, y la climatología tropical aseguran no sólo abastos para el mejoramiento de las variedades, sino material genético para el futuro.
Además, cuando están los frutos en temporada, se venden al público mediante plazas de mercado como Bayamón, Santurce y Río Piedras. Sabiendo que llevaban frutos a las plazas, reconocieron desde el principio que no iban a competir con los agricultores. 'No contamos con todos los cultivos, ni las cantidades. No somos competencia para ellos sino su apoyo' dijo Irma Cabrera, administradora de esta facilidad de investigación agrícola.
Conversando con los profesores Irma Cabrera y Alberto Vélez, investigador, pero ambos agrónomos, nos comentaron del agente detonador para el cambio en la percepción de las Estaciones Experimentales Agrícolas (EEA) y cómo buscaron la sustentabilidad parcial de la que hoy día gozan.
Desde el 2006 existía la necesidad de ajustes para aumentar la productividad. 'En el 2008, la Estación Experimental recibió un duro golpe, por falta de fondos. Sin embargo, con los cambios que dos años antes habían implantado, en términos de ahorro energético y de motivación al personal, empezaron a rendir frutos. Aquí todo el personal es importante y cada uno tiene una labor que realizar. Todos se sienten orgullosos de su trabajo y se les infunde ese ánimo para seguir adelante, somos un equipo y cada área de trabajo tiene su líder' explicó Cabrera. En todas se determina qué es urgente y qué es importante.
El concepto de sustentabilidad nació en el proceso de búsqueda de productividad. El ahorro energético los ayudó a ver las cosas desde otra perspectiva y a estudiar la posibilidad de someter propuestas para generar su propia energía mediante placas solares. Junto a esa necesidad estaba la de fomentar mejor relación con la comunidad, por lo que todo fue integrándose de tal forma que hoy día han logrado consolidar los servicios que ofrecen bien sea a agricultores, empresas, y estudiantes, entre otros.
Con laboratorios para los análisis de cultivos, siembras relevantes para las zonas tropicales y el apoyo del Departamento de Agricultura, la agencia que respaldó la propuesta para los paneles solares con el fin de bajar costos operacionales en las fincas y que sirviera de modelo para los agricultores, el equipo de trabajo de Fortuna, recibió recientemente del Instituto Baldrige, el premio a la Excelencia en el Desempeño, que se otorga en reconocimiento a la competitividad de las organizaciones en los EEUU.
No obstante, queda mucho por recorrer y entre las proyecciones que tienen, aparte de lograr aumentar la sustentabilidad, está desarrollar el cultivo de mangó para integrarlo al turismo de la zona. Entonces, se abrirá otra puerta para Fortuna.
Para más información pueden comunicarse mediante correo electrónico con los profesores Cabrera y Vélez, cuyas direcciones son irma.cabreraasencio@upr.edu y alberto.velez3@upr.edu.
* Amanda Díaz de Hoyo es Especialista en Comunicaciones y Prensa CCA