La Unión Europea refuerza controles sobre la carne
Bruselas.- La Unión Europea (UE) aprobó hoy viernes reforzar temporalmente los controles sobre los productos cárnicos, a fin de esclarecer el alcance del fraude detectado en alimentos procesados etiquetados como ternera y que contienen carne equina.
Según la decisión adoptada hoy en un Comité Permanente de la Cadena Alimentaria formado por expertos de los veintisiete países de la UE, habrá dos tipos de pruebas, la primera de ellas sobre el ADN en la ternera utilizada en productos procesados, como lasañas o salsa boloñesa.
La segunda consistirá en la realización de controles para ver si la carne de caballo en los mataderos contiene rastros de fenilbutazona, un antiinflamatorio potencialmente nocivo para las personas.
En este segundo caso, el objetivo es descartar que el escándalo, que saltó inicialmente en el Reino Unido y ya se ha extendido a varios países europeos, no se convierta además en un problema de seguridad alimentaria.
'Estas pruebas ayudarán a tener una idea más clara de la situación en Europa' al respecto, indicó en un comunicado el ministro irlandés de Agricultura, Simon Coveney, cuyo país preside la UE este semestre.
Las medidas forman parte de la recomendación presentada el pasado miércoles por la Comisión Europea, tras una reunión informal con los Estados que hasta la fecha se han visto afectados por el escándalo: Reino Unido, Francia, Holanda, Polonia, Luxemburgo, Rumanía y Suecia.
La propuesta recibió hoy viernes el apoyo de 'la mayoría' de los países miembros, indicaron fuentes diplomáticas.
Respecto a las pruebas, la relativa al ADN en la ternera utilizada en productos transformados incluirá unas 2.250 muestras, de las que se llevarán a cabo 150 en España, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania y Polonia, señalaron fuentes europeas.
En el resto de Estados miembros tendrán lugar entre 10 y 100 controles, un reparto que ha tenido en cuenta 'el tamaño de cada país', explicaron las fuentes.
El segundo tipo de análisis servirá para comprobar si la carne de caballo en los mataderos contiene rastros de fenilbutazona, cuyo acceso está prohibido a la cadena alimentaria.
En particular, se deberá realizar un test por cada 50 toneladas de carne de caballo (cada país tendrá que llevar a cabo como mínimo cinco pruebas), informó la Comisión.