Naviera Sea Star se pronuncia sobre informe del GAO
Eduardo Pagán, vice presidente de Sea Star Line, presentó hoy jueves las siguientes declaraciones en reacción al informe de la Oficina de Auditoría General de los Estados Unidos, (GAO por sus siglas en ingles), que resalta la confiabilidad y otros beneficios a la economía puertorriqueña de la ley de navegación estadounidense conocida como el Acta Jones.
'Nos sentimos satisfechos porque el estudio extensivo e independiente del GAO confirma que los consumidores puertorriqueños se han beneficiado del Acta Jones', dijo Pagán.
'No sólo el Acta Jones asegura servicios de contenedores de transportación confiables y rutinarios, sino que los barcos de Estados Unidos navegando bajo el Acta Jones bajaron sus tarifas hasta en un 10% desde 2006, resultando en bajos costos para transportar bienes esenciales a la Isla'.
'Además, GAO destacó que sólo transportistas estadounidenses ofrecen contenedores multimodales que van desde 45-, 48-, y 53- pies y son complementarios a equipos ferroviarios y camiones continentales de los EEUU – dos factores que proveen ahorros a los clientes'.
TOTE, compañía matriz de Sea Star, está invirtiendo 350 millones de dólares para construir los primeros barcos contenedores del mundo en ser operados por gas líquido natural (LNG).
La capacidad de refrigeración para la carga de estos nuevos barcos asegura que el Pueblo de Puerto Rico tendrá acceso confiable a productos frescos y congelados que utilizan a diario.
Estos barcos operados con LNG cumplirán o sobrepasaran los requisitos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés), contribuyendo a la calidad de vida en Puerto Rico. Estos barcos tendrán la tecnología más avanzada, eficiente en consumo de combustible y contenedores seguros sirviendo a Puerto Rico.
El Acta Jones requiere que los barcos transportando bienes entre los puertos de Estados Unidos, incluyendo a Puerto Rico, sean de propiedad y operados por ciudadanos estadounidenses.
Además, requiere que su tripulación sea predominantemente de ciudadanos estadounidenses. Esto asegura que los barcos que operan bajo este comercio cumplan con las leyes estadounidenses, incluyendo las relacionadas a inmigración, ambiente, salud ocupacional y seguridad marítima.
Protege, además, la seguridad de los barcos y su carga al requerir que la tripulación pase por una extensiva verificación de antecedentes.