Germina con fuerza una amplia industria local para el cannabis
Olga Cruz tiene 61 años y es agricultora. En su hacienda en Guánica, cultiva plátanos, calabaza, cilantrillo, aguacate, y lechuga romana y tropical para los comedores escolares. Cruz está sentada en un salón del Hotel Condado Plaza, donde se efectúa el segundo día de la conferencia 'De la semilla a la medicina', para orientar a todos los interesados en certificarse para insertarse en la novel industria de la marihuana medicinal.
'Nosotros somos agricultores y estamos buscando otras alternativas para mejorar la agricultura e insertarnos en otros cultivos. Me parece que debe haber participación de todo el mundo', dice Cruz, quien asegura sacará la certificación en cuanto arranque oficialmente la industria en Puerto Rico.
Organizada por el movimiento Free Juana y con la participación de unas 40 personas que varían en edades y oficios, la conferencia tiene como meta 'certificar a las personas que están interesadas en el cultivo del cannabis medicinal', orientándolos sobre las leyes y reglamentos que aplican, explica la licenciada Shadiff Rapullo, portavoz del movimiento.
'Es para mantenernos al día con el reglamento, para que conozcan cuál es el interés local, y así dejarle ver al gobierno que hay personas capacitadas [para la industria]', afirma Repullo. La licenciada se pronuncia una vez más en contra de un posible monopolio y en contra de que se busquen recursos extranjeros cuando los empresarios y agricultores locales podrían hacerse cargo eficientemente de la industria.
La conferencia inició el viernes con la licenciada Ana Victoria De Jesús, asesora legal del Departamento de Agricultura, que actualizó a todos los presentes sobre el estatus de los reglamentos agenciados por el Departamento de Agricultura, y la visita del doctor Ismael Mercado, que enumeró los beneficios medicinales del cannabis. A su vez, la contable Diana González explicó los aspectos contributivos del negocio, y el abogado José Rivera, director del Puerto Rico Policy Reform Group, discutió el panorama político del cannabis en la Isla.
En su segundo día, la jornada pretende orientar a los participantes sobre el cultivo, o 'master growing', y la distribución, o 'budtendering', para los cuales deben certificarse aquellos interesados en insertarse en la industria del cannabis. En los diversos talleres, o 'workshops', se unen un horticultor, un agrónomo y un consultor de siembra hidropónica para hablar del cultivo, de los equipos y productos, de la construcción y el manejo de invernaderos.
Sentado, tomando notas en una libreta, está Gustavo Ayala, un comerciante de 26 años que ya registró una corporación con la intención de dedicarse a la industria. Ayala, quien trabajó en Seattle en el área de estudio y pruebas médicas del cannabis en todas sus variantes, está interesado en cosechar.
'El impacto económico va a ser significativo. Ahora es bien necesario inyectar la economía, si lo hacen pensando en la gente, en los comerciantes y en los agricultores locales', dice.
Al frente, en una mesa, se exhiben los productos. José Gómez, 37 años, activista de Free Juana y tornero de ocupación, señalaba y nombraba cada uno.
Nutrientes para las plantas, productos para clonar, para que las raíces asimilen los aditivos, aceites para evitar las plagas, tierra base para la siembra, filtros para impulsar el oxígeno de las plantas, productos orgánicos a base de coco, de remolacha, alga marina que ayuda al crecimiento, nutrientes del mar, bombillas de 1000 watts, monitores para los niveles de dióxido de carbono, productos para controlar el PH y el olor. Todos expuestos.
Al fondo del salón, cubierto, un hidropónico casero improvisado servía como muestra para los presentes. Las potentes bombillas se dirigían hacia las macetas sembradas de donde sobresalían las hojas de marihuana.
Toda esa información adquirida en los talleres, sumado al material escrito proporcionado por Free Juana, los participantes estarían listos para tomar el examen escrito que resulta requisito para la certificación, asegura Repullo.
La licenciada añade que tanto el Departamento de Agricultura como el de Salud aseguran que entre diciembre y enero ya arrancará oficialmente la industria con los primeros agricultores sembrando las semillas de cannabis.
Mientras tanto, persistirán en los esfuerzos por liberar de los barrotes de prisión a quienes han sido condenados a penas por posesión de marihuana, como es el icónico caso de Jeremy Ruiz Tomassini, quien cumple cuatro años de cárcel por alegadamente prender un cigarrillo de marihuana y compartirlo.
Incluso, tanto Ayala como Repullo coinciden en que en el futuro, se debería tomar el paso hacia la legalización de la marihuana para uso recreativo. 'Si se hace de forma correcta y organizada, sí', opina Ayala. 'Se ha comprobado que es de beneficio tanto social como medicinal y económico', observa Repullo.
Entonces, defiende el proyecto del Senado 517, que estaba supuesto a explicar el senador Miguel Pereira, quien tuvo que excusarse del primer día de la conferencia por el repentino deceso de su hija. Este proyecto permitiría a las personas mayores de 21 años a cargar con hasta una onza de marihuana sin temor a quebrantar la ley.