Preparadas y optimistas las cooperativas en Puerto Rico ante el Título III
Ante la decisión hoy del gobernador Ricardo Rosselló de acogerse a la quiebra por el Título III de la Ley Promesa, la Asociación de Ejecutivos de Cooperativas de Puerto Rico (ASEC) mantiene que el sector cooperativo se había preparado para esta situación.
'El sistema ha hecho pruebas de estrés financiero en distintos escenarios y ha identificado que somos capaces de sobrellevar todos esos escenarios. El Título III no significa que se cerraron los puentes de comunicación entre el gobierno y los distintos representantes de las cooperativas acreedoras. Las vías de comunicación continúan abiertas, en aras de lograr soluciones viables a las partes', afirmán en un comunicado, en eco con las palabras del presidente de la Junta de Control Fiscal (JCF) José Carrión III quien de igual forma dejo saber que su cuerpo se mantendrá en negociaciones con acreedores.
De igual forma, ASEC dejó saber que cuentan con la capacidad administrativa y liquidez necesaria para enfrentar los retos establecidos por la ley Promesa.
'Aun en el caso de que alguna cooperativa individual enfrente complicaciones mayores, nuestro compromiso como sector es mantener la solidaridad y velar por la protección de los bienes de todos los socios cooperativistas', aseguraron los cooperativistas.
A la misma vez alentaron a continuar desarrollando y fomentando la actividad económica dejando saber que estarán 'brindando oportunidades de progreso a quienes más las necesitan, tal como hemos hecho siempre. El momento histórico reclama creatividad y compromiso, y es lo que le ofrecemos a Puerto Rico.
Durante décadas, los puertorriqueños han visto en las cooperativas de ahorro y crédito instituciones que sirven como herramientas de progreso para los más necesitados, y que se mantienen conectadas con los anhelos y esperanzas del pueblo. Hoy nos reafirmamos en que esa es nuestra misión como instrumentos de justicia social y desarrollo económico. Continuaremos sirviendo con compromiso, excelencia y solidaridad, convencidos de que otra economía es posible para reconstruir al país con la fuerza de más de un millón de puertorriqueños que creen en el cooperativismo.