Inversionistas en hipotecas problemáticas están llegando cada vez más a un atribulado Puerto Rico. Y hay grandes nombres entre ellos: Goldman Sachs Group Inc., Perella Weinberg Partners y TPG Capital. Lo que les atrae es la oportunidad de acaparar prestamos hipotecarios y propiedades ejecutadas por centavos.

La jugada les puede funcionar pero inversionistas veteranos ven problemas en el horizonte, según publica Bloomberg.com en un artículo que enfocó la atención en esta tendencia.

Su principal preocupación es que las guerras de ofertas por las carteras de préstamos están tomando auge al mismo tiempo que la calidad se deteriora. Ya no es secreto que el mercado se torna banal y que lograr ganancias ahora es difícil en una isla donde el gobierno está quebrado, la economía está contraída hace una década y la ejecución de propiedades es un largo y engorroso proceso.

El éxito de los inversionistas es desconocido. Goldman, Perella Weinberg y TPG Capital declinaron comentar al igual que Lone Star Funds, otro grupo que ha estado activo en la isla, de acuerdo a la publicación.

Las firmas apuestan a que pueden lograr acuerdos con los prestamistas para hacer la deuda viable o ir a los tribunales tras la propiedad y revenderla. A muchos les ha ido bien al invertir en ese tipo de propiedades en Estados Unidos donde los precios de vivienda han rebotado un 40% desde lo más bajo que estuvieron en la crisis.

Aún así, los inversionistas se arriesgan al inundar el mercado de propiedades ejecutadas, bajando precios aún más y obstruyendo una recuperación económica, una preocupación de la clase trabajadora de Puerto Rico que trata de proteger la última pizca de su capital en sus hogares.

Los problemas de Puerto Rico, acorralado por su deuda de $74 billones, se acrecentan por el desempleo de alrededor de 11%. Decenas de miles de puertorriqueños, ciudadanos estadounidenses por nacimiento, se han mudado al continente. La población ha bajado alrededor de un 2% anualmente por los pasados tres años.

Además, es difícil cuantificar la crisis así como la oportunidad. Los datos del gobierno puertorriqueño muestran un récord de 5,424 ejecuciones completadas el año pasado, pero esa cantidad incluye solo aquellas que las instituciones reportaron a OCIF y excluye muchas hipotecas acaparadas por inversionistas del exterior.