Denuncian cierre de escuela vocacional de educación especial
La maestra Laura Burgos Martínez criticó el domingo el cierre propuesto de la Escuela Vocacional Ramón B. López de Cataño, diseñada para estudiantes de educación especial a tiempo completo.
'La escuela tiene 3 talleres vocacionales: soldadura, pastelería y artes culinarias. Las condiciones diversas de sus estudiantes no les facilitan competir en la corriente regular y su desarrollo academico no se mide en grados', explicó la maestra de educación especial.
La escuela sirve a estudiantes de Bayamón, Toa Baja, Toa Alta, Naranjito, Cataño y Vega Baja entre otros pueblos.
'Escuelas vocacionales de educación especial son muy pocas en Puerto Rico. Sus niños no pueden estar en cualquier escuela. Allí reciben terapia del habla, sicológica, arte y educación física. Por la misma naturaleza de la escuela y las necesidades de los niños no puede haber muchos estudiantes. Es una de las pocas alternativas para atender las limitaciones de esta población educativa', añadió.
Expresó que la escuela atiende niños y niñas con retardo mental leve y moderado, Síndrome Down, autismo, problemas de aprendizaje, enfermedades mentales y otras condiciones. Sirve a jóvenes de 14 a 21 años. Todos tienen su Programa de Educación Individual (PEI) como dispone la ley.
La maestra y el resto de la comunidad escolar le exigieron al Departamento de Educación y la secretaria Julia Keleher que revoque el cierre del plantel.