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Educación

Escuelas Montessori rompen el molde de la educación

Un recorrido por la escuela Luis Lloréns Torres

El habitual bullicio de todas las escuelas fue una de las pocas similitudes que mantiene la Escuela Luis Lloréns Torres, localizada en el corazón del residencial del mismo nombre, con el resto de las instituciones educativas que administra el Departamento de Educación (DE) de Puerto Rico.

Ese plantel, adoptado por el Senado de Puerto Rico, es una de las 50 escuelas que implementan el modelo de educación Montessori en sus aulas, poniendo la educación de sus alumnos en las manos del mismo estudiante.

Lo que para muchos tal vez suene como 'libertinaje sin disciplina', para estos niños simboliza la oportunidad de moldear su educación, como explicó a NotiCel el director de la escuela, Eddie Santiago, quien junto a la superintendente de la región educativa de San Juan, Lydia Báez, nos acompañó en un recorrido a través de la institución.

'Hola Eddie', fue lo que se escuchaba a lo largo del recorrido por varios de los estudiantes, a lo que el maestro certificado Montessori nos confesó que se debe a sus casi siete años de labor para la misma institución.

A simple vista, la escuela Luis Lloréns Torres puede parecer un plantel cualquiera, pero son sus estudiantes y sus maestros, mejor conocidos en Montessori como 'guías', quienes reescriben por completo la definición de 'escuela'.

Y es que al entrar a un salón Montessori te percatas de la clara diferencia que existe entre la educación tradicional, a la que sin duda muchos fuimos sometidos desde que comenzamos nuestros estudios.

En primera instancia, no hay pupitres en filas. Los estudiantes son exhortados a escoger dónde y cómo trabajar. Son ellos quienes con la ayuda de la guía y la asistente, estiran una alfombra en el suelo para crear una llamada 'estación', a la cual el joven interesado llega para aprender por su cuenta.

Tal y como lo describe la palabra, el guía dirige los pasos de sus alumnos, sin empujarlo a escoger camino alguno. Está en el joven decidir qué aprender ese día y cómo aprenderlo.

Entre algunas de las estaciones que pudimos ver durante nuestro recorrido estaban algunas clasificadas como sensorial, biología, y uso práctico, entre otras. En las 'sensoriales', los menores manipulaban algún objeto que estimule sus sentidos; en biología, una pequeña se encontraba catalogando animales dependiendo de su especie; mientras en uso práctico, un varón intentaba abrir un candado con una llave.

Varias de estas actividades se esparcían por todo el salón, sin peleas ni discusiones. Las guías se sentaban en el piso junto a un estudiante y con mucha paciencia le daban detalles de lo que hacía con los instrumentos que se le proveían.

De eso se trata mayormente esta educación Montessori, de dejar a un lado las lecciones y los abstractos y educar con concretos y herramientas fáciles para la mente joven asimilar.

Aunque muchos la tildan de 'libertinaje' y 'falta de estructura', observé suficiente estructura para mantener interesados a un grupo de niños, que usualmente es difícil para profesores condenados a materias complejas como las matemáticas o las ciencias.

Son las escuelas Montessori el futuro para nuestros niños? Habrá quienes no las verán así ni confiarán en el proceso, pero para los padres y madres cuyos hijos o hijas tienen problemas en un ambiente tradicional, o simplemente para las personas que prefieren otro tipo de educación, no está demás intentar este modelo.

Escuela Especializada Montessori Luis Llorens Torres en San Juan. (Nahira Montcourt/ NotiCel)

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