Puerto Rico tiene una nueva casa de empresarios en el Viejo San Juan. Piloto 151, uno de los primeros espacios de coworking en la Isla, que inaugura este lunes en la calle San Francisco.

Los propietarios, Sofia y Juan Carlos Stolberg, forman parte de la red de empresarios creativos que se ha consolidado, recientemente, en la isla. El proyecto, en el que invirtieron $500,000, consiste en un nuevo modelo de hacer negocios, donde personas de diferentes organizaciones y disciplinas comparten un espacio de oficina.

La claridad predomina en la estructura. Cuenta con patios internos y numerosas ventanas. Sofás y mesas de 'ping pong' sirven de escritorios informales, pero también hay oficinas privadas para aquellos interesados. Privadas entre comillas porque las puertas y paredes son de cristal. Este espacio de coworking no está diseñado al estilo tradicional de cubículos. 'Si uno se quiere esconder, este no es un espacio para eso', mencionó, entre risas, Juan Carlos.

El diseño abierto, minimalista y con mucha luz no ha sido cosa improvisada. Los hermanos utilizaron elementos probados para aumentar la productividad y la colaboración. 'Todo está bien pensado para maximizar esas dos cosas', dijo Juan Carlos.

Piloto 151 propone el trabajo y el desarrollo económico desde una perspectiva diferente: a través de la colaboración y el fortalecimiento de una comunidad de creativos. Los hermanos Stolberg ya han recibido llamadas de arquitectos, diseñadores, programadores, cineastas y abogados. 'Será una mezcla bastante dinámica; un espacio para las industrias creativas', comentó la joven empresaria.

Ambos opinan que el ambiente de industrias creativas no se ha profesionalizado suficiente en Puerto Rico, y que a través de iniciativas como estas el ecosistema de empresarismo puede fortalecerse. 'Hay mucha informalidad en el ambiente creativo. Queremos darle las herramientas para que todos los miembros nuestros puedan crecer', mencionó Sofía.

A través de talleres, eventos de 'networking', y charlas de diferentes integrantes del ecosistema empresarial local, los hermanos pretenden fomentar el sentido de comunidad entre sus inquilinos. 'El diseño es muy importante, pero al final del día la comunidad es lo más importante', agregó Juan Carlos, quien, además, ofrecerá asesoría legal y análisis de incentivos a los empresarios que lo deseen.

El gobierno ha expresado en repetidas ocasiones su intención de respaldar el empresarismo de tecnología e innovación. 'Hay mucha voluntad. Lo que falta es un centro, desde el sector privado, que pueda unir todas esas cosas', opinó la consultora de desarrollo económico.

El modelo de coworking no es un concepto nuevo. Surge en el 2005 como alternativa lógica a la recesión económica, y ya existen sobre 700 localidades en los Estados Unidos solamente y otras muchas más en el resto del mundo.

A las facilidades de Piloto pueden llegar tanto emprendedores locales, como foráneos que deseen hacer negocios en la isla. Los hermanos aseguran que en estas conexiones internacionales está el potencial de crecimiento. 'Hay mucho empresario puertorriqueño que tiene capacidad de exportar, pero carecen de la comunidad. Nosotros queremos ser los puentes', enfatizó Juan Carlos.