Lo que está en zonas inundables no está cubierto por FEMA
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en ingles) ha destinado alrededor de $22 millones en reclamaciones ligadas a las inundaciones provocadas por el huracán María en Puerto Rico, cifra que podría fluctuar en futuras emergencias a toda vez que el Gobierno local alienta la construcción en zonas inundables.
La agencia tiene a su cargo el Programa Nacional del Seguro de Inundación (NFIP, por sus siglas en ingles), a traves del cual ha desembolsado un promedio de $44,000 por asegurado.
De acuerdo a sus especificaciones, este programa prohibe asegurar 'las edificaciones completamente sobre el agua o principalmente debajo de la tierra, tanques de almacenamiento de gas y líquidos, animales, aviones, muelles, cosechas, terreno, ganado, carreteras, maquinaria o equipo a la intemperie y la mayoría de los vehículos de motor'.
Sin embargo, el mismo NFIP -que se adquiere mediante una aseguradora-, da por sentado que toda vivienda se encuentra en riesgo de inundación en alguna medida, ya sea baja, moderada o alta, categorización que influye en la cantidad de dinero otorgado.
En ese aspecto, la agencia federal opta por educar al gobierno de Ricardo Rosselló Nevares y a las aseguradoras con jurisdicción en Puerto Rico de cara a un próximo evento como Irma o María.
'A pesar de que FEMA no tiene autoridad para supervisar otras compañías de otros seguros de inundación que no son el NFIP, hemos realizado cientos de reuniones y discusiones con compañías de seguros y corredores independientes en todo Puerto Rico. Además, FEMA trabaja estrechamente con cada municipio de Puerto Rico para asegurar que los residentes tengan información específica sobre el NIFP y los riesgos de inundación', explicó Juan A. Rosado Reynes, portavoz de prensa de la agencia federal.
FEMA tuvo a su haber la actualización de los mapas de zonas de riesgo de inundaciones, tarea que buscaba educar sobre las consecuencias nefastas de ignorar los efectos de un huracán en las edificaciones y las costas.
En días recientes, Rosselló Nevares afirmó que no detendrá la construcción en estas zonas pues esos problemas pueden remediarse mediante la adopción de un código que fomente la seguridad y la inversión de comunidades y el sector del turismo.
Días despues, un informe congresional sobre los efectos proyectados del cambio climático subrayó que la infraestructura crítica de Puerto Rico, como las tuberías de agua potable, las tuberías de descargas y las plantas electricas, se encontraban 'vulnerables al aumento en el nivel del mar, el aumento en marea por tormenta y a las inundaciones'.
'FEMA requiere que las solicitudes de proyectos reciban una evaluación completa para asegurar que las acciones financiadas por FEMA cumplan con los códigos de construcción de Puerto Rico y las regulaciones de manejo del valle inundable (Puerto Rico ha adoptado los Mapas de Riesgos de Inundación de FEMA en la Regulación 13 y ha adoptado formalmente el Código Internacional de Construcción de 2018), a la vez, tambien trabaja con el gobierno de Puerto Rico para incluir medidas adicionales de resiliencia cuando y donde sea posible', añadió Rosado Reynes.
En ese aspecto, FEMA se ha limitado a demostrarle al gobierno local los tipos de programas disponibles para mitigar los riesgos de construir en zonas inundables.
'Nada de esto está escrito en piedra. No hemos tomado ninguna decisión sobre esto, pero hay una serie de acercamientos, incluyendo la adquisición y relocalización de las estructuras, aunque todo queda en manos de lo que el Gobierno de Puerto Rico y las comunidades piensen que es lo mejor, no FEMA ni el gobierno federal', aseguró por su parte J. Andrew Martin, jefe del área de Análisis de Riesgo en la Región II de FEMA.
Hace poco menos de un año, mientras aún se descubría el impacto del paso del huracán María en Puerto Rico, la Junta de Planificación (JP) y la agencia federal planificaban evaluar 'caso a caso' las construcciones en estas áreas.
De acuerdo a datos de la JP, alrededor de 331,322 inmuebles en la Isla se encuentran localizados en zonas susceptibles a inundaciones durante eventos de alta intensidad como los huracanes, las lluvias constantes o marejadas.
Según Martin, la mayor parte de los mapas de inundación de Puerto Rico eran anticuados o mostraban información caducada.
'La información que hemos provisto en estos mapas de aviso de inundaciones es muy superior a lo que existía. Los mapas más recientes datan del 2009 en cuanto a fecha, pero muchos de los modelos detrás de esos mapas son mucho más viejos, tanto así que databan de los 1980's', señaló Martin.
'Así que la información que entregamos es completamente nueva, al día, con tecnologías nuevas, mejores datos y mejores acercamientos modelados. Es información confiable y muy superior en terminos de exactitud y precisión. Si se utiliza correctamente, ayudará a los dueños de propiedades y a las comunidades a tomar decisiones inteligentes respecto a la resiliencia de largo plazo de Puerto Rico', añadió Martin.
Los mapas más actualizados eran aquellos del Río Grande de Loíza y del Río Manatí, de acuerdo al experto. Los cambios más significativos, por otra parte, se vieron en Fajardo, Ponce y Cabo Rojo en la medida en que se añadieron miles de estructuras con posibilidades de inundarse en caso de fuertes lluvias.
Sector La Charca en el municipio de Florida (Suministrada)