La Agencia Federal de Manejo de Desastres (FEMA por sus siglas en ingles) defendió su decisión de cesar la entrega de suministros a la isla a partir del 31 de enero explicando que se ha logrado restablecer la normalidad con la reapertura de los supermercados.

Según indicaron a NPR, los analíticos internos de la agencia sugieren que tan solo 1% de los ciudadanos locales todavía necesitan agua y comida de emergencia.

Por su parte el director de FEMA en Puerto Rico, Alejandro De La Campa, explicó a NPR que este servicio está afectando la economía local en la medida que no exista un balance entre la ayuda que ellos ofrecen y la capacidad de familias de volver a insertarse en la economía.

Luego de que FEMA anunciara la suspensión de sus esfuerzos, la Comisionada Residente, Jenniffer González, junto a otros congresistas federales, exigieron la continuación de este servicio.

Aunque González, reconoció que existe una desconfianza hacia Puerto Rico ante las ayudas federales que se ha manifestado en la falta de un paquete de ayudas para la recuperación del país durante una entrevista radial, solicitó que las ayudas que ya tenemos no fuesen limitadas

Aunque han pasado cuatro meses desde el paso del huracán María, González aseveró que varios municipios aún tienen necesidades críticas que hasta la fecha no se han podido resolver. Por tanto, junto al congresista Darren Soto y los senadores Marco Rubio y Bill Nelson, envió una carta al administrador de FEMA, William Brock Long, para justificar la continuación de estos operativos.

'Muchos ciudadanos americanos en Puerto Rico continúan enfrentando desafíos, algunos carecen de acceso a energía electrica o agua, 133 días despues de que el huracán María devastó la Isla', reza parte de la carta enviada al jefe de agencia.

La Comisionada Residente destacó que más de un tercio de la ciudadanía todavía no cuenta con energía electrica mientras que algunos municipios tampoco han logrado reestablecer completamente el servicio de agua. 'Para muchos en Puerto Rico, la emergencia humanitaria está lejos de haber terminado. La decisión de FEMA de poner fin inmediatamente a la entrega de suministros básicos de sustento a nuestras personas más vulnerables es intemporal e irrazonable y debe ser revocada', declaró González en declaraciones escritas.

FEMA comenzó su operación de entrega de agua y comida a menor escala tras el paso del huracán Irma y posteriormente aumentó dramáticamente sus recursos en la Isla con el embate del huracán María. En un principio, la agencia federal fue blanco de críticas por supuestamente secuestrar suministros que recibía y por entorpecer la cadena de suministros, ocupando espacio en barcazas que llevaban mercancía a la Isla.

Hasta la fecha, FEMA ha desembolsado $500 millones en fondos de asistencia pública relacionados al huracán María en Puerto Rico.