El cierre federal afecta vuelos hacia Nueva York
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos reanudó el aterrizaje para los vuelos con destino a La Guardia, aeropuerto que da servicio a Nueva York, tras cuarenta minutos de suspensión debido a una falta de controladores aereos, que este viernes no acudieron a trabajar al no recibir su paga por el cierre del Gobierno.
Vea tambien: La oferta de Rosselló para los empleados federales
Tras 35 días con la Administración del Gobierno paralizada, numerosos trabajadores del aeropuerto no acudieron a su puesto de trabajo por enfermedad, generando retrasos de hasta 45 minutos en otros dos aeropuertos de la costa este de los Estados Unidos, el de Newark en Nueva Jersey y el International de Philadelphia.
'Hemos experimentado un ligero incremento de las bajas por enfermedad en dos de nuestras instalaciones. Estamos mitigando el impacto aumentando el número de trabajadores, redirigiendo el tráfico aereo e incrementando el espacio entre aviones cuando se necesite', detalló la FAA en un comunicado a traves de Twitter.
El miercoles, los sindicatos representantes de los controladores aereos, pilotos y asistentes de vuelo lanzaron una advertencia sobre las 'serias preocupaciones en cuanto a la seguridad' que estaba provocando el duradero cierre de gobierno, por el que los empleados llevan un mes sin cobrar.
De acuerdo con la CNBC, el presidente estadounidense, Donald Trump, fue informado del asunto, y la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, confirmó estar en 'contacto regular' con la FAA.
Mira tambien: Comida gratis de KFC y Pizza Hut para empleados federales
Esto supone una presión adicional para que los republicanos y demócratas alcancen un acuerdo para reabrir la administración, despues de que ayer fueran rechazadas en el Senado dos propuestas para que el Gobierno vuelva a funcionar.
Desde el 22 de diciembre una cuarta parte de la Administración estadounidense, entre las que se encuentran la FAA, han sido afectadas por la falta de financiación.
Este cierre federal representa el más largo en la historia estadounidense luego que el presidente, Donald Trump, no lograra un acuerdo presupuestario para construir un muro en la frontera entre Mexico y Estados Unidos, su principal promesa de campaña.