A pesar de que el llamado a abandonar las zonas propensas a inundaciones en Dorado ocurrió desde tempranas horas de la mañana del martes, los refugios habilitados en los diversos barrios estaban casi vacíos en la tarde.

Olga Iris Rodríguez y Alfredo Morales Rodríguez estuvieron entre los primeros matrimonios que llegaron a la escuela Luisa Valderrama, en el barrio Higuillar, pues uno de sus hijos les pidió que se movieran de su casa.

'Estamos en una casa rentada, solo tenemos una estufa electrica, y yo con mis condiciones, es un peligro quedarme allí', dijo Olga Iris. 'Mi hijo nos dijo que nos teníamos que ir a un refugio, que es un lugar seguro', agregó.

Alfredo recordó que su mamá le contaba sobre la fuerza del huracán San Felipe, que arrasó con la Isla en el año 1928.

'Cuando venía aquí de vacaciones, mi mamá me contaba que San Felipe fue uno de los huracanes más fuertes. La Isla era bien pobre y tumbó todas las palmas', recordó. 'Dicen que este es más fuerte, así que esa fue una de las cosas que me hizo venir', reconoció.

En este refugio apenas habían alrededor de ocho personas, a eso de las 4:00 de la tarde.

No obstante, el director de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Manejo de Desastres (AEMEAD), Abner Gómez, sostuvo que a las 6:00 de la tarde se contaban 3,288 refugiados en 109 albergues alrededor de Puerto Rico.