La costa este de EE.UU. empieza a sentir los efectos de 'Sandy'
Las primeras lluvias, inundaciones y fuerte oleaje provocados por el huracán 'Sandy' llegaron hoy a las costas de Carolina del Norte, Virginia y Maryland, que se preparan concienzudamente para enfrentarse a un ciclón que se intensificará entre el lunes y el martes.
Según el Centro Nacional de Huracanes (CNH), 'Sandy' ya se encuentra a 435 kilómetros frente a las costas de Carolina del Norte y 850 kilómetros al sur de Nueva York y se espera que golpee la costa nororiental estadounidense la tarde del lunes.
'Sandy' mantiene vientos sostenidos de 120 kilómetros hora y avanza rumbo noreste a una velocidad de 24 kilómetros hora, según el boletín de el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH) de las 17.00 hora local (21.00 horas GMT).
El CNH mantiene una alerta de tormenta tropical al norte de Surf City, el condado de Pamlico, en el estado de Carolina del Norte y zonas cercanas a la ciudad de Norfolk, al sur de Virginia.
Fuertes vientos se esperan ya en gran parte del noreste de Estados Unidos, desde Virginia hasta Massachusetts, con especial atención a la Bahía de Chesapeake y el estado de Delaware.
El Servicio Meteorológico Nacional advierte de la posibilidad de que esta noche se alcancen en Washington DC, la capital de EE.UU., rachas de viento de más de 30 kilómetros a la hora, aunque lo peor no se espera que llegue hasta la tarde del lunes y durante el martes.
El CNH prevé que el huracán 'Sandy' toque tierra en algún punto entre Delaware y el sur de Nueva Jersey, aunque sus efectos se harán notar con intensidad en un radio inicial que abarca desde Washington DC hasta Nueva York, que ha ordenado la evacuación de 375.000 personas y la suspensión del transporte público.
En el Distrito de Columbia, los edificios públicos federales cerrarán durante el lunes y unos 2 millones de alumnos no tendrán clases para prevenir minimizar la exposición a las fuertes lluvias y vientos que se esperan en unas 24 horas.
La capital estadounidense estima hasta 18 centímetros de lluvia con fuertes vientos, mientras que más al oeste, en estados como Virginia Occidental, se ha avisado de posibles nevadas y tormentas.
El presidente estadounidense, Barack Obama, pidió hoy, tras visitar la Agencia Federal de Gestión de Emergencia (FEMA, por su sigla en inglés), que la población se tome la tormenta 'muy en serio' y pidió seguir las recomendaciones de las autoridades.
Obama destacó el peligro que supone que el centro del huracán se esté moviendo de manera lenta, además de que aún no se pueda determinar donde impactará primero en tierra.
Nueve estados, desde Carolina del Norte hasta Massachusetts, han declarado el estado de emergencia de manera previa para iniciar la preparaciones ante la tormenta y han pedido a los residentes que acumulen agua embotellada, baterías y alimentos.
Obama dijo que el Gobierno eliminará los obstáculos para las ayudas lleguen a donde se necesitan de manera rápida y aseguró que está 'vigilante' ante el impacto que la tormenta pueda tener en las elecciones del 6 de noviembre.
'Estamos barajando un impacto por encima de las 50 a 60 millones de personas afectadas', indicó Louis Ucellini, responsable de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés) en entrevista con el canal NBC.
La ciudad de Ocean City, en el estado de Maryland, y que ya registra inundaciones, ha anunciado la evacuación obligatoria de zonas costeras vulnerables y habilitará autobuses para aquellos que quieran acudir a refugios de manera voluntaria.
Virginia tiene listos a medio millar de miembros de la Guardia Nacional para actuar ante una situación de emergencia y si los servicios de bomberos y policía se ven desbordados, mientras que la eléctrica Pepco ha pedido refuerzos en otros estados para actuar lo antes posible ante cortes de luz.
Más de 700 vuelos han sido cancelados el domingo y unos 2.500 aviones se quedarán en tierra el lunes, especialmente en los aeropuertos internacionales de Washington-Dulles, Filadelfia y Newark.
En la ciudad de Washington Distrito de Columbia ya empiezan a escasear el agua embotellada y las baterías en algunos supermercados, mientras la población se prepara para una tormenta que ya ha obligado a cerrar los colegios durante el lunes, y puede afectar a oficinas o sedes de Gobierno.
Las estimaciones de simulación por ordenador adelantan que el ojo del huracán, que tocará tierra con categoría 1, pase a últimas horas del lunes por entre las costas de Delaware, el sur de Nueva Jersey y continúe al norte de la ciudad de Baltimore (Maryland) y se dirija al estado de Pensilvania.
La ciudad y el estado de Nueva York anunciaron medidas para minimizar el posible impacto del huracán 'Sandy', que incluyen la evacuación de unos 375.000 habitantes de la Gran Manzana y el cierre de las escuelas y del transporte metropolitano.
En la costa de Nueva Jersey se ha ordenado la evacuación de zonas vulnerables en la ciudad de Atlantic City, famosas por sus casinos, que permanecerán cerrados hasta nueva orden, mientras que se han bloqueado puentes o vías de acceso peligrosas.
El gobernador del estado, Chris Christie, ordenó que permanezcan cerrados edificios públicos durante el lunes y que el sistema ferroviario comience a suspenderse progresivamente desde la tarde del domingo.
El área de influencia de la tormenta será especialmente amplia y llegará con más fuerza que el huracán 'Irene' en 2011, que dejó importantes daños materiales al noreste de Estados Unidos, especialmente en el estado de Vermont.
Bloomberg pide a los neoyorquinos precaución ante el huracán 'Sandy'
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, pidió hoy a los neoyorquinos que muestren precaución ante la llegada del huracán 'Sandy' y señaló que los servicios públicos y de urgencias de la ciudad están listos para la llegada de la tormenta.
'Es una tormenta peligrosa', advirtió Bloomberg en una rueda de prensa en la noche del sábado, en la que indicó que mañana se determinará si las escuelas y el transporte público de la ciudad operan el lunes, el día en el que 'Sandy' podría afectar más a la metrópoli.
Las últimas predicciones apuntan a que la tormenta tocará tierra en torno a la noche del domingo en el estado de Delaware, algo al sur de la Gran Manzana, pero el alcalde recordó 'nadie está seguro del todo', ya que puede haber cambios de dirección o de intensidad inesperados.
Se espera que la ciudad sufra vientos y lluvias intensos a partir de esa noche y durante el lunes, pero el alcalde explicó que no habrá 'un muro de agua', por lo que por ahora no se prevé ordenar la evacuación de las zonas mas bajas de la ciudad.
Cuatro de los cinco barrios de Nueva York están en islas y el quinto (Bronx) tiene una amplia zona rodeada de ríos, y en las zonas más bajas potencialmente inundables de la ciudad viven unas 375.000 personas.
A pesar de que no se han ordenado evacuaciones, Bloomberg pidió que las personas que vivan en zonas bajas estén preparadas para dejar sus hogares si hiciera falta.
En caso de que no tengan familiares o amigos a quien acudir en las proximidades, la ciudad ha preparado una red de 65 albergues y escuelas públicas con personal y suministros adecuados para que puedan quedarse las personas y animales domésticos residentes en las zonas potencialmente inundables.
Los servicios de policía y bomberos están también en estado de alerta y han preparado turnos de trabajo y equipos especiales, mientras que algunos hospitales han dado de alta a los enfermos más leves a fin de tener espacio de sobra por si fuera necesario, explicó Bloomberg.
Los parques públicos se cerrarán mañana a las 17.00 locales (21:00 GMT) y el alcalde fue muy explícito sobre las playas: 'son peligrosas y el surf es extremadamente peligroso'.
En cuanto al transporte público y las escuelas, mañana se anunciará, en función de la dirección y la fuerza del huracán, si se suspenden para el lunes.