Aunque el gobernador Ricardo Rosselló Nevares impartió órdenes a su administración para no implementar el programa de reducción de la jornada laboral que recomendó la Junta de Control Fiscal (JCF), los empleados públicos están seguros de una cosa: la situación empeorará.

NotiCel recorrió los predios del Centro Gubernamental Minillas en Santurce para conversar con empleados públicos destacados en el complejo de oficinas de gobierno. Sin embargo, casi todos los entrevistados accedieron a expresarse sobre la propuesta para reducir la jornada laboral bajo condición de anonimato, por temor a represalias.

La incertidumbre que persiste en cuanto la reducción a la jornada laboral es una de las principales preocupaciones que comparten los empleados. Muchos empleados confirmaron que, aunque no se ha dicho nada desde la gerencia, reconocen que la situación económica del país eventualmente los tocará a ellos, mientras otros se expresaron optimistas en que el asunto será retado por el gobierno.

Según la recomendación emitida por la JCF durante la reunión del pasado viernes, el programa de reducción a la jornada laboral restaría dos días laborales por mes a cada empleado público, exceptuando agentes de la Policía y empleados de la Junta. Esto supone un recorte de 10% del sueldo de los empleados públicos que, según datos de la administración, afectaría a unas 138,415 personas.

Esto cerraría una brecha presupuestaria que la JCF asegura asciende a $218 millones. 'Sabíamos que iba a llegar tarde o temprano pues estaba en el plan fiscal', dijo un empleado que regresaba a trabajar tras almorzar.

Cuestionados sobre qué harán de confrontarse con una reducción en sus sueldos, algunos empleados dijeron que buscarían empleo a tiempo parcial, otros dijeron que estarían haciendo ajustes a sus gastos, eliminando aquellos gastados en entretenimiento o en restaurantes.

No obstante, la preocupación sobre otras obligaciones, tal como el pago de hipotecas, préstamos y pensiones alimenticias agravan el impacto que podría tener una reducción en sus salarios.

Preguntados sobre la posibilidad de abandonar el servicio público para buscar empleo en el sector privado, casi todos los consultados dijeron que preferían continuar trabajando en el gobierno. La dificultad de encontrar empleo en el sector privado, los sueldos bajos que ofrecen y la carencia de beneficios que hoy tienen en el gobierno figuró entre las razones que dieron los empleados públicos consultados.

De hecho, uno de ellos resaltó que en el sector privado no se perciben los empleados públicos como trabajadores, expresando que, 'siempre han tenido un estereotipo de empleados públicos como unos vagos'.

Otro de los consultados, sin embargo, mostró indignación con la pobre ejecutoría de la mayoría de los empleados públicos, señalando que el problema en el gobierno es la falta de administración y gerencia adecuada. El empleado denunció que existe una minoría 'vergonzosa' de empleados que responden a 'cuestiones políticas' y no tienden a rendir los servicios para los cual son empleados.

Otros tres empleados públicos nos contaron lo que piensan sobre esta propuesta. Vea en el video sus reacciones.