Los padres de la joven puertorriqueña que fue asesinada el año pasado en Saint Thomas, durante una de las paradas del crucero en el que viajaba, radicaron una demanda federal contra Carnival Cruise Lines argumentando que la compañía debió haber advertido a los pasajeros sobre la violencia entre gangas en las Islas Vírgenes.

Liz Marie Pérez Chaparro, de 14 años y residente de Aguada, fue víctima de una bala perdida mientras paseaba con su familia en dirección a Coki Beach en una guagua descapotada. La policía indicó que en el trayecto la guagua se topó con una balacera entre gangas durante el funeral de uno de sus miembros en el cementerio de Coki Point.

La familia de Liz Marie, incluyendo al padre, Ceferino Pérez Chaparro, y la madre Aida Esther Chaparro, estaba a bordo del crucero de Carnival para celebrar el quienceañero de la joven.

En la demanda radicada esta semana en una corte del sur de la Florida, los progenitores argumentan que Carnival debe indemnizarlos pues la compañía es responsable de la selección de puertos a visitar y de emitir alertas que adviertan a los pasajeros sobre los peligros al desembarcar en dichos puertos.

Los demandantes explican que Carnival vendía excursiones a Coki Beach y que los empleados del crucero recomendaban el lugar, aún a sabiendas de la alta incidencia de crímenes violentos en el área.

La demanda señala que Carnival emplea un gran número de empleados, dentro y fuera del barco, que son responsables de la seguridad de los pasajeros. También recalca que la compañía monitorea los crímenes en el Caribe y en México y que, por ende, estaba enterada de que el gobierno de Saint Thomas había organizado una reunión de emergencia para discutir el incremento de homicidios tres meses antes del asesinato de Liz Marie.

Carnival aún no ha respondido a la demanda en la que se reclaman $75,000 en daños.