El gobernador, Luis G. Fortuño, inspeccionó el lunes el proyecto de extensión de la Ruta 66, que incluye el tramo de Río Grande, el cual contempla una inversión de $160 millones y que ha generado alrededor de 2,200 empleos directos e indirectos. Una vez terminado, la extensión de la Ruta 66 beneficiará a más de 32,000 puertorriqueños, reduciendo en unos 40 minutos el tiempo que toma trasladarse de Canóvanas a Río Grande en horas pico de tapón. 66

'Al reducir el tiempo que los conductores pasan en la calle, tendremos empleados más contentos, descansados y productivos, beneficiando a nuestros negocios. Tendremos padres y madres que llegaran a sus hogares con suficiente tiempo para ayudar a sus hijos con sus tareas escolares, y llevarlos a sus prácticas de béisbol, volibol, baloncesto y baile, por ejemplo. Tendremos menos ruido en las carreteras y menos contaminación, contribuyendo también a nuestra salud pública. Eso es lo que buscamos con esta Ruta 66, y lo que queremos darle a todos los puertorriqueños a través de la Isla', afirmó el gobernador en un comunicado.

Esta segunda fase de la Ruta 66 discurre paralela a la PR-3, comenzando en el municipio de Canóvanas y finalizando en el municipio de Río Grande. El proyecto discurre al sur del Outlet Mall, en Canóvanas, hasta la intersección de la PR-3, PR-187 y PR-956 en Río Grande, y beneficiará tanto a los conductores de la PR-3 que se dirigen a Canóvanas, Río Grande, Luquillo y Fajardo, como a las comunidades aledañas.

La expansión está dividida en ocho proyectos que actualmente están en construcción, y se espera concluya en agosto de 2012.

Fortuño explicó que la extensión de la Ruta 66 facilita la conexión entre el aeropuerto internacional, Luis Muñoz Marín y los hoteles de la región, fortaleciendo la industria turística en estos municipios. Igualmente, provee accesos seguros y rápidos para los transportistas que mueven carga desde y hacia la zona oriental de Puerto Rico, lo que impulsaría la economía de la zona.

'El ahorro en tiempo se traduce, a su vez, en ahorro de dinero para todos los usuarios de esta obra de infraestructura en esta región', añadió.

De la misma manera, la Ruta 66, con esta extensión, se convierte en una vía de seguridad y bienestar, en especial a los residentes en los municipios de Carolina, Canóvanas, Río Grande, Luquillo, Fajardo, Naguabo y Ceiba, entre otros.

'Gracias a este proyecto se podrá viajar desde Sabana Grande hasta Río Grande sin tener que detenerse en un semáforo. Una vez terminada la conversión a expreso de la PR-2 en el suroeste de PR, este viaje se extenderá hasta Mayagüez. La expansión de la Ruta 66 es una extensión de oportunidad, dándole a los puertorriqueños las carreteras que se merecen para tener una vida más completa, sin estrés en la carretera y con más tiempo para sus trabajos y sus familias', concluyó el primer ejecutivo.