Los diciembre de la arquera olímpica Nadya Ruiz eran especiales. Se conjugaban las fiestas navideñas con su aniversario de bodas. Pero ahora un nuevo episodio de vida va a marcar sus fiestas, desde que el fin de semana pasado un cuarteto de jóvenes asesinó a su esposo, el publicista Jose Gómez Saladín con el propósito aparente de robarle dinero.

'Me han dañado mi aniversario que es este mes, mi cumpleaños, la Navidad, el Año Nuevo, todo el resto de mi vida por 500 pesos. Si ya tenían el dinero, por qué no dejarlo? Por qué hacer eso?. No había necesiad, fue totalmente vicioso', dijo la joven de 30 años a manera de desahogo, pero calmada, en entrevista con NotiCel.

'Teníamos tantos planes. Cuando al fin las cosas nos estaban saliendo bien, porque venimos construyendo nuestro camino con mucha dificultad, y estábamos alcanzando nuestras metas a nivel profesiona,l y nos desmoronaron todo esto. Estábamos construyendo una vida para nosotros más cercana a lo que queríamos, llevábamos nueve años juntos. Juntos, y recalco juntos, porque no hay otra manera de describirlo', añadió.

Ruiz ofreció una ventana a cómo, desde su punto de vista, se desarrollaron los eventos del asesinato de su esposo desde que éste la llamó el jueves en la noche para anticiparle que ya iba camino a su casa en Juncos.

'Lo estaba esperando. Yo me quedé dormida y por eso no me dí cuenta de que había pasado tanto tiempo', relató al detallar, igual que lo hizo el FBI en su investigación, que despertó el viernes a eso de las 3:00 am e inmediatamente notó que algo andaba mal al ver que el televisor seguía encendido, lo cual ella tenía por costumbre para poder dormir, pero que su esposo siempre le apagaba al él acostarse.

'Jamás, jamás, jamás, jamás en los 13 años que llevábamos juntos, nueve años más cuatro años de noviazgo, jamás esto (de que su esposo no llegara a la casa) había sucedido', sostuvo.

La mujer notó que el vehículo de su esposo no estaba y de inmediato, 'yo me volví loca, en ropa de dormir agarré mi cartera, me monté en el carro y salí a buscarlo, llamé a mi suegro y se encontró conmigo en la Comandancia de Caguas'.

Pero allí no le ofrecieron ayuda porque dijeron que tenían que esperar 24 horas del último contacto antes de tomar una querella para reportarlo como desaparecido.

Ruiz y su suegro fueron al Hotel La Concha de donde Gómez había salido la noche del jueves e hicieron la ruta que el publicista hubiera tomado camino a su casa, así como que visitaron el Centro Médico y hospitales de Caguas.

Luego, y en la única parte de la entrevista donde pidió reservarse detalles, tomaron conocimiento de que se habían realizado transacciones 'fuera de lo común' en sus cuentas y con esta información volvieron a la Policía y lograron activarla para comenzar la investigación.

Tal y como conoce el país, a partir del fin de semana se desarrollaron múltiples esfuerzos cívicos y oficiales por encontrar a Gómez hasta que el lunes pasado el vehículo de Gómez fue hallado quemado, y la esperanza de Ruiz comenzó a morir.

'Dentro de todo hemos sido muy realistas y, cuando apareció la guagua, obviamente pensé lo peor', recordó. Pero horas más tarde, 'nos llamaron y nos dijeron que lo habían encontrado, y que no era buena la cosa, hasta ahí no fue que liberé todo... ahí fue que yo me derrumbé'.

Hoy, Ruiz enfrenta la tarea de atender los trámites del velorio de su esposo junto a los padres de éste, y también las noticias con los detalles del crimen.

'Para mí, la incertidumbre terminó, ahora lo que falta por venir es más difícil. Ahora viene el proceso legal y escuchar lo que ellos vayan a decir. Yo sé que va a ser indignante, aterrador...', puntualizó.

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