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Sin Encargos, un diseño basado en las necesidades de la comunidad (video y galería)

Sin Encargos, un diseño basado en las...

Son los pequeños proyectos los que logran el mayor impacto. Así lo experimentó un grupo de estudiantes de arquitectura, quienes capitaneados por un cuarteto de profesoras, lograron revitalizar tres espacios en desuso en la comunidad La Perla y empoderar a los propios residentes con tan sólo unos pocos accesorios, paletas de madera y material reciclado.

Se trata del Taller Creando Sin Encargos, compuesto por Andrea Bauzá, Yazmín Crespo, Irvis González y Omayra Rivera, que durante la primera semana de septiembre involucró a estudiantes de arquitectura y diseño de la Universidad de Puerto Rico, Universidad Politécnica de Puerto Rico, Pontificia Universidad Católica y la Escuela de Artes Plásticas, en una sesión de planificación y diseño intensiva.

El reto del proyecto era que ciudadanos y diseñadores pudieran colaborar en una visión de desarrollo que parte de las necesidades y experiencias de la propia comunidad. "Salir un poco del enfoque jerárquico en las oficinas para sentarse a hablar con las personas, entender qué es lo que necesitan y construirlo con ellos", explicó la arquitecta González.

Los principales colaboradores fueron los niños. A modo de juego, quince niños, que participaban de un taller de arte comunitario, asumieron el papel de investigadores y fueron por su comunidad con cámaras desechables en mano. Debían identificar los lugares que podían mejorar dentro de La Perla. Luego, se presentaron las fotografías a los estudiantes, visitaron los lugares preseleccionados con los niños para aprovechar la opinión de la comunidad y, a los tres días, presentaron sus propuestas a las profesoras, arquitectos y artistas invitados. Se seleccionaron tres espacios de recreación que estaban en escombros, erosionados y con acceso limitado.

El presupuesto no sobrepasó de $500. El trabajo fue completamente voluntario. "La idea era revitalizar con intervenciones menores de color o mobiliario reciclado. De esa manera se dignifica un poco el espacio", comentó González. A diferencia de otros proyectos que toman mucho tiempo y esfuerzo, este tipo de trabajo logra cambios más rápidos. "La intención es crear credibilidad y uno lo logra siendo realista en el alcance del proyecto", acotó.

Privilegiados resultaron los niños, los surfistas y la comunidad en general, con la intervención en la Casa Club Vista Mar, la escalera Luigi para mejorar el acceso a la playa, y los escalones de colores, al lado del Centro Comunal.

Las escaleras que dan acceso a la playa se habían erosionado por el mar, y de acuerdo a la arquitecta, la gente tenía que brincar para poder llegar a la arena. "Lo que se planteó fue terminar los escalones para poder tener un acceso menos peligroso", explicó.

La propia comunidad fue quien bautizó el proyecto como "la escalera Luigi", en honor a un surfista que tiene cáncer. En el espacio también se trabajó un banco en madera que funciona como mobiliario para los surfistas para que puedan poner sus tablas, mientras se sientan a observar el mar.

El segundo proyecto fue la revitalización de un espacio en desuso, al lado del Centro Comunal.

En este caso, hubo que remover escombros, piedras y basura. Lo que se planteó fue darle una nueva identidad al espacio. Se pintaron las escaleras de colores, se crearon plataformas con paletas de madera y se creó una hamaca para que los residentes puedan sentarse a mirar el mar.

La Casa Club fue el otro proyecto: un lugar exclusivo para los niños. Unas palabras pintadas en la pared lo establecen claramente: "No fumar, niños jugando". "Les preguntamos cuál era su identidad como "club", qué hacían allí y los estudiantes diseñaron con el insumo de los niños, que luego ayudaron a pintar el área", contó la arquitecta.

En ese espacio se trabajó con ciertos desniveles existentes en el piso, se rellenaron con arena y pusieron tablones de madera para que no fuera tan complicado caminar. Hicieron un huerto y construyeron un banquito para que los niños lo utilizaran. Además, se usaron gomas para que puedan escalar de un sitio a otro.

"Los residentes, al ser parte del proceso, se empoderan del espacio...sudaron haciendo eso", puntualizó la profesora.

        

Espacio en La Perla trabajado por el Taller Creando Sin Encargos junto a la comunidad. (Josian Bruno/NotiCel)
Foto:
Espacio en La Perla trabajado por el Taller Creando Sin Encargos junto a la comunidad. (Josian Bruno/NotiCel)
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Espacio en La Perla trabajado por el Taller Creando Sin Encargos junto a la comunidad. (Josian Bruno/NotiCel)
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Espacio en La Perla trabajado por el Taller Creando Sin Encargos junto a la comunidad. (Josian Bruno/NotiCel)
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Espacio en La Perla trabajado por el Taller Creando Sin Encargos junto a la comunidad. (Josian Bruno/NotiCel)
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Espacio en La Perla trabajado por el Taller Creando Sin Encargos junto a la comunidad. (Josian Bruno/NotiCel)
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Espacio en La Perla trabajado por el Taller Creando Sin Encargos junto a la comunidad. (Josian Bruno/NotiCel)
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Espacio en La Perla trabajado por el Taller Creando Sin Encargos junto a la comunidad. (Josian Bruno/NotiCel)
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Espacio en La Perla trabajado por el Taller Creando Sin Encargos junto a la comunidad. (Josian Bruno/NotiCel)
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Espacio en La Perla trabajado por el Taller Creando Sin Encargos junto a la comunidad. (Josian Bruno/NotiCel)
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