Condado, zona de lujo con problemas sanitarios
Condado, considerada una zona de lujo ideal para grandes desarrollos de infraestructura, tiene problemas de desbordes sanitarios en al menos cuatro de las calles cercanas a la avenida principal, un problema que las autoridades gubernamentales deberían atender en momentos en que se evalúan solicitudes de permisos para tres mega edificios.
Las causas de los desbordes son variadas. Residentes argumentan que el sistema sanitario fue diseñado para un área residencial de menor densidad poblacional, previo a la conglomeración de hoteles y restaurantes.Ejecutivos de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) explicaron, por su parte, quelas tuberías confrontan problemas por la infiltración de arena, usualmente tras lluvias y escorrentías. Adjudicaron culpabilidadtambién al cúmulo de grasas que los restaurantes descargan de sus cocinas, formando una capa espesa que limita el flujo del agua.
El ingeniero Roberto Martínez Toledo, director de la región metropolitana de la AAA, descartó que sea un problema de falta de capacidad del sistema de acueductos por el crecimiento poblacional de Condado, mas no proveyó datos acerca de cuántos galones de agua tolera el sistema, ni las unidades de viviendaa las que puede servir.
Adicional a los problemas de infraestructura, los entrevistados coincidieron en que la naturaleza acecha alas edificaciones en zona costera.Expertos del ambiente aseguran que se están observando consecuencias directas de la erosión de las costas y el aumento del nivel del mar, lo cual provoca lasinundaciones con mayor frecuencia.
'El proceso de permisos tiene que empezar a tener en cuenta la vulnerabilidad de Puerto Rico al cambio climático', comentó el doctor Javier Laureano, Director del Programa del Estuario de la Bahía de San Juan.
'No se puede seguir construyendo en la costa como se hizo en los años 50, sin tener en cuenta el aumento en el nivel del mar', insistió. De otra forma, se estaría induciendo a los proponentes de los proyectos a construir en un área vulnerable, poniendo en riesgo su inversión.
Conscientes de esa problemática, fue que se configuró el Consejo de Cambios Climáticos, que evalúa la vulnerabilidad de las comunidades e infraestructura costera ante estos cambios. Áreas como Condado son especialmente, vulnerables por la cercanía a los cuerpos de agua, tanto la playa como la Laguna que ubican a poca distancia entre si.
Ernesto Díaz, Director del Programa de Manejo de la Zona Costanera, indicó que la vulnerabilidad de los edificios en áreas desarrolladas del segmento Condado-Ocean Park-Isla Verde variará en función de: la elevación sobre el nivel del mar a la cual se encuentren, el ancho de playa frente a la edificación, la posición con respecto a la costa, la energía del oleaje que puedan enfrentar, así como la presencia de arrecifes de coral u obras de protección de costas que disipen el oleaje y protejan la estructura.
Ya hay calles - como la Magdalena, Aguadilla, Mayaguez y Barranquitas - que se inundan con frecuencia por el efecto de las marejadas al entrar el agua de la Laguna a través del final de las tuberías por donde descarga del alcantarillado pluvial.
Las construcciones en zonas inundables podrían conllevar, según Martínez Toledo, hasta a la expropiación de edificaciones en riesgo, yla consecuente eliminación de la estructura y desconexión del servicio de acueductosde esas unidades.
Distintas voces han alertado acerca de la gravedad de ignorar la crisis ambiental, que ocurre a nivel global, y cuyas consecuencias podrían ser peor que la situación fiscal del país, pues 'con la Naturaleza no se puede negociar'.
La AAA ha establecido planes de limpieza trimestrales como parte de los acuerdos con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, para evitar la infiltración de arena. Martínez Toledo comentó, además,sobre un proceso deorientación a los gerentes de restaurantes,previoa dirigir mayores esfuerzosala fijacióndemultascomo disuasivos a quienesdescargan grasa en el sistema sanitario. El reglamento de la AAA está bajo evaluación para categorizar las multas, cuyo límite alcanza los $5,000.